historia de un fracaso
 

Estoy ahora en el curro (por cierto, aburridisimo) aqui codo con codo llevo ya 3 o 4 meses y recuerdo que al principio de entrar yo, los que tenia al lado estaban mas animados, mas habladores y mas rusieños. Ahora la chica que tengo al lado ha contestado casi con monosilabos y sin tono en la voz (me ha recordado a mi), o no se si seran imaginaciones mias, me temo que no :cry: Yo tambien cada vez estoy mas apocado, mas inhibido, me ha vuelto a poder el retraimiento.


No se si recordais que escribí que me daba ganas de llorar el hecho de que por mas que me esforzaba intentaba ser como ellos (ya no me acuerdo exactamente de porque me daban ganas de llorar pero era por algo de eso), pues al final ya me he ido desmotivando poco a poco y estoy a punto de dejarlo para estudiar oposiciones, pero no se, seguramente eso de las oposiciones sea una excusa para dejar este curro (no el hecho de que gane 200 piojosos euros u otras circunstancias).

Re: historia de un fracaso
 

solo será un fracaso si tiras la toalla. animo!

Re: historia de un fracaso
 

Sí, nos desmotivamos con facilidad pero bueno, si ves posibilidades mejores que ésa, la de trabajar en un sitio como el que trabajs, con unas oposiciones por ejemplo, pues adelante pero no está la cosa como para dejar el curro así por las buenas sobre todo si lo llevas más o menos bien, es decir, es un problema de aburrimiento que siempre es menos malo que si te agobiara, te produjera ansiedad, miedo, pánico.

Ya me gustaría encontrar una mierda de trabajo con tal de que no me produjera todos estos síntomas.

Ánimo!

Re: historia de un fracaso
 

los trabajos acaban siendo monótonos tarde o temprano. No te preocupes. A mí me ha sucedido lo mismo. Cuando entré la gente era muy abierta y yo también entré con muchas ganas, pero entre la faena, la falta de compañerismo y que había gente que apreciaba que echaron, el ánimo se va diluyendo hasta que he aceptado que el trabajo es trabajo y que mi vida social está fuera de allí. He dejado de preocuparme por algo que me hacía estar un poco triste.