Frango_com_Nata |
18-ene-2006 10:16 |
Cita:
Iniciado por alba141
pues sobretodo que no vaya a saco y que no intente acercamiento fisico (vosotros me entendeis)
|
Yo no lo entiendo.
Cita:
Iniciado por alba141
hasta que este claro que yo quiero algo.
|
¿Hasta que esté claro para quién? ¿Pretendes que adivine tus deseos? Pues empiezo a visualizar el atractivo de la actitud de Nihilista, que no es otra que la misma que adoptáis vosotras con los varones: "no hay nada como negarle el sexo a una mujer".
Cita:
Iniciado por alba141
No hay nada mas desagradable que querer conocer a una persona, no haberle ni dado un beso, y que ya te haya sobado entera, que si la cintura, la espalda y demas, te quita las ganas de golpe. ademas hay mucha diferencia entre un abrazo y lo otro. lo primero es de amigos, lo segundo es meter mano.
no se si soy antigua, pero antes viene el besito, no? sino a mi se me quitan las ganas....
|
Pues yo no sé si tengo vocación ascética, pero con tanta exigencia y tanto perdonarle a uno la vida, es a mí a quien se le quitan las ganas de nada. Me pone de mala leche que haya que andar con pies de plomo cuando uno pretende ser afectuoso, porque parece que le vendéis a uno el favor de dejaros agradar. Y probada vuestra nula consideración por uno, dan ganas de decir: "¡pues que te haga mimos y te escuche tu padre!".
Cita:
Iniciado por Voluble
Yo me pregunto porq se supone q las mujeres son las q reciben y los hombres los q tienen q dar...
|
Pues ya somos dos... Parece que a la mayoría le gusta aceptar el hecho. Lo que tengo bastante claro es que si todos los tipos fuesen tan decididos como yo a "dar el paso", muchas se iban a pasar la vida tan a dos velas como yo, por puro engreimiento.
Cita:
Iniciado por Voluble
No, si a mí me gustaría poder volar, y q me dieran un masaje diario... Si es en la playa, con un mojito, mejor q mejor...
|
Yo lo veo como si dos vecinos A y B, en las respectivas orillas de un río, se proponen construir un puente que, en buena lógica, habrá de beneficiar a ambos por igual, pero B advierte a A que no está dispuesto a pagar un céntimo de la obra, y que además, sólo accederá a que se lleve a cabo si le concede una lista de caprichos. ¡Ah, y por supuesto, nada de sugerir el proyecto a la primera de cambio, o se negará en redondo! Está claro que el caso no pasaría de una anécdota desagradable si el resto de los residentes junto al río tuviesen otra mentalidad, pero ocurre que todos los situados en la misma ribera que B se muestran igual de exigentes y despóticos con los que tienen enfrente.
Estoy forzando el símil adrede, porque me niego a creer que todas las mujeres sean de verdad perversas, pero como no sé dónde exactamente me equivoco con este modelo, me gustaría que alguien me lo corrigiese...
|