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Historia Paralela
Juan era lo opuesto a su versión del otro Universo Paralelo, era un Don Juan, y lo único que tenía de corriente era el nombre, lo demás era inversamente proporcional a su peinado, que, sin ser cruel, era mas feo que comer de cabeza.
Juan tenía el sex appel en la sonrisa inconsciente y gratuita, que se esculpía en su cara como la mejor escultura de Miguel Angel, a pesar de que tenía un poco de sarro y los dientes mas dispares que las gemelas Ying-Llang. Desde pequeño le enseñaron el valor del sudor, de las lagrimas y de las sonrisas sin prisa ni cambio. Le enseñaron a ver a todas las personas como al horizonte, de frente y sin pretender saber todo cuanto tenían, todo cuanto eran. Por eso nunca veía a las personas por debajo o por encima. Le gustaba ayudar a las personas sin saber bien por què, como cuando se quedaba viendo el Sol caer, era una fuerza extraña, como un reflejo que se reflejaba en su sonrisa. Le gustaba el Crepúsculo porque decía que era cuando el día no se ponía maquillaje, ya que todos dormían, y no se ponía los pendientes mas bonitos que tenía, que eran la Luna y el Sol. De esa misma forma le gustaban las mujeres, con aspecto crepuscular, aunque con una sonrisa radiante como el Sol y los ojos de Luna llena, vacía de tristeza y de complejos.....(Continuarà) |
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Quieren que siga?
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Ta bueno, tiene un estilo diferente, sigue sigue.
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eso,eso..continua..
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Pero hoy no, mañana.
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¿Es una historia real? ¿es un cuento de terror o ciencia ficción? ¿Es acaso tu biografía pero al negativo? ¿Son las tres cosas a la vez?
Continuará.... |
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Y ahora ¿que´viene?
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Continuaciòn..
Por otra parte, su contraparte Universal, el otro Juan, era mas apatico que su nombre. No podìa evitar mirar sin discreciòn las piernas de sus contemporaneas del sexo opuesto en el Metro, aunque sabìa que lo que veìa no era mas que un espejismo de la verdad cosmica, un atuendo del alma, pero no podìa evitarlo, aun seguìa siendo animal carnivoro, y a menos que cambiase radicalmente su visiòn del mundo y de la vida, no se convertirìa en vegetariano como algunos hombres ilustres de la historia, lo cual no querìa decir que fuera la dieta idonea y unica moralmente permitida que el hombre podìa permitirse. El tiempo se le escapaba de las manos por su pobre fuerza de voluntad y falta de motivaciones y de planes. Siempre se quedaba despierto hasta muy tarde porque no encontraba razon ni señal, la cual esperaba que cayese del cielo, para dormir. Quizas pensaba que sus actos estaban algo magnetizados, imanizados por influencias del destino, cosmicas y todo eso. Pensò que el talento/don o el ingenio y el buen sentido del humor que tenìa de sobra le salvarìan del inexorable paso del tiempo que perdona pero jamas olvida. |
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Que tal? Sigo?
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Sigue pues :-P
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Deberías escribir un libro
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Si,por favor...
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Me gusta! El principio crea expectación...
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Juan el obscuro leìa poco pero entendìa mucho, querìa leer màs pero la marea lo empujaba a pescar frivolidades, pero cuando leìa sabìa que todo estaba bien, que todo estaba en su preciso lugar y que no podìa estar haciendo algo mejor. Cuando no leìa ni escuchaba musica o disfrutaba de algun otro arte o cosas del alma, se sentìa inutil, una bolsa de basura con patas, un ciempies con solo un par de zapatos, incompleto.
Le gustaba llamar la atenciòn mas que llamar a su madre que estaba en otro paìs , era prisionero de la soledad que quemaba mas que el Sol, y sin embargo le helaba el corazòn. Trataba mal a la gente que mas querìa, tal y como decìa la famosa frase. Èl querìa ser famoso a toda costa, asì fuese prostituyendo su talento o don, ya que sin el serìa un don nadie al cuadrado, o almenos eso creìa èl. Lo dìas buenos eran minutos, y los minutos caladas de buena musica, de lectura o de ver videos de humor surrealista y sordido, su favorito, o cuando se quedaba pensando mucho mucho en los mas profundos y verdaderos "por què·s" de sus problemas que luego le hacìan sentir una paz y una armonia que no sabìa explicar y agradecìa sin decir nada... "..Y como aun sostenía el timón, todos veían que se hundía menos èl.."(Andres Calamaro) |
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Si no hay publico no hay historia que contar.
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Va en bajada o de subida?
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por favor sigue, hace tiempo que no leia a un forero tan creativo
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:aplauso: Sigue, sigue adelante
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Continua..
Juan el obscuro tenia algunas cosas claras, le gustaba la obscuridad, esa soledad elegante, era como una cena elegante con uno mismo, una cena intima, a la luz de la velas, o del ordenador (computadora). Lo unico que valìa la pena, se decìa, son los pequeños momentos artisticos, aquellos momentos los cuales Dios fotografiaba guiñando el ojo para enmarcarlo en algun lugar de nuestra memoria como especie humana colectiva e individual. Cuando reìan, todas las personas eran iguales, por eso respetaba mucho a los humoristas, a los tipos graciosos, con un sentido del humor mas grande o igual que el sentido comun, pensaba que el sentido del humor era el comun sentido de las cosas, era quizà el sentido mas contagioso y benigno. Juan el obscuro veìa pasar los buses que iban hacia ningun lugar conocido y se subia para ver las calles pasar y conocer cualquier lugar, no vaya a ser que encuentre "aquel lugar" que siempre quiere encontrar, aunque no sabe muy bien como es. Un lugar en el que las palomas den de comer a las personas y las chicas acosen a los muchachos con musica buena de fondo, quizas en un universo paralelo pase eso, o quizas era demasiado surrealista hasta para un universo paralelo. El gusanillo del juego le mordia cada 3x2 y y querìa comerse el mundo de postre pero aun no habìa comenzado ni el primer plato. Usaba pañales para no orinarse de la risa y baston aunque recien habia empezado a caminar por su propio camino, le gustaba la elegancia que le conferia el baston. Le gustaba tener la apariencia de un joven con arrugas en los ojos de tanto soñar despierto, tenìa un abano que le vendio un mendigo sentimental por unas monedas. Llevaba fuego por si alguna chica tenìa la necesidad de intoxicar sus pulmones. Saludaba a los porteros y despreciaba a los presumidos sumidos en multiples engaños del mercado. |
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Juan el obscuro a veces creìa que tenìa mas energia de la que sabìa o podìa manejar, màs energia que el Sol.
Como una estrella atrapada bajo la cama, como una estrella fugaz pasando por delante de un ciego, la vida pasaba por delante de èl, y èl la confundìa con un tren que ya volverìa a pasar millones de veces, sin saber que cada vez costarìa màs alcanzarlo. No sabìa donde meter su energia sedienta de acciòn pasiva o activa, sus sueños. Asì que los escondìa debajo de la alfombra de sus planes, pero ya pronto iba a explotar.. |
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La historia sin fin
Juan el obscuro se obsesionaba con escribir historias que sobrevivan al olvido. Historias que le proporcionen caricias vanales a su espejismo de ego. Querìa destruir la teorìa que decìa que la inspiraciòn no lo visita a uno siempre que uno quiera que la visite. Le gustaba comer sus sandwiches de ego con mucha mayonesa de falsa humildad grasientas para el alma. No sabìa por donde conducir su vida, sin embargo si que sabìa bien donde ir cuando se montaba en su caballo Harley alias Davidson que lo llevaban a la pequeña gloria de la velocidad y el extasis inmediato y eterno del viento despeinandole el alma. Iba siempre rumbo al cielo terrenal de la libertad inmediata. Ya tenìa tantos años como siglos se lleva contando el tiempo y sin embargo solo habìa besado una vez. Era un fobico modelo que desfilaba por el carril contrario a la moda. Sin embargo tenìa un aspecto facial raso, de "sì señor, no señor" aunque se burlaba de toda forma de pensamiento masivo jerarquico, dictatotial o dogmatico que destruìan al individuo. Le gustaba comer helados y chocolates delante de los gimasios, justo en donde estaban los super musculosos. Era su forma de combatir la estupidez humana, esa que te hacìa preparte para un dìa que nunca llegara, el mañana. Tenìa sus pequeñas franjas de diversiòn dentro de su rutina de mimo malhumorado que necesitaba mimos. Como cuando hacìa sus irònicas llamadas nocturnas a las chicas que ofrecian telefonicos orgasmos mentales a cambio de llamadas caras a chicos desesperados por una felaciòn mental y cosas asì. Una de las que màs le gustò fue aquella en la que llamò a una tal Johana y èsta contesto asì: Johana: Diga.. (masticando un preservativo o algo parecido) Juan el Obscuro: emm..mmm.mm.. Johana: Diga-me!! Juan el Obscuro: "Me...me...me...muu..mu..m..muu.muero" Johana: Eres tartamudo o **********? Juan el Obscuro: Lo primero, pero sòlo se me nota cuando hablo. Johana: Y yo soy put@ pero sòlo se me nota cuando cobro. Juan el Obscuro: Y yo soy un sacedote, pero sòlo se me nota cuando voy a misa. Acto seguido, colgò el telefono y derramò unas gotas de orina de las orgasmicas carcajadas que eyaculò desde fondo de su alma. Que le recordaban una vez mas.. que la vida es una gran broma disfrazada de....lo que uno crea que es...una mierda, problemas eternos, etc. |
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