![]() |
Mente lúdica
Nuestros fracasos son consecuencia de nuestro propio desconocimiento personal. Si entendiéramos nuestra persona como un juguete sobre el que pulsar un determinado botón en el momento correcto, entonces el éxito (la ausencia del fracaso) sería inmediato. Una mezcla de voluntad y perspicacia podrían simplificar la problemática de cada uno, a saber: estoy depresivo, entonces dejo de estarlo; ¿cómo? Combatiendo el problema de raíz usando algo de voluntad y desprecio hacia uno mismo y sus estados psicológicos. Jugar con uno mismo, en este sentido, sería entenderse como una máquina de estados pasajeros, cuya transición responde a lo provechoso de cada estado: estoy depresivo, entonces río sin motivo. Sería una manera de trascender nuestra prisión corporal; jugar con nuestras emociones, puesto que algunas tales como el miedo, la alegría o la esperanza no dejan de ser cosas dúctiles que podemos excitar o reprimir pulsando concretas clavijas figurativas a nuestro alrededor. Cuando la personalidad se evade de las cadenas corporales entonces adopta un papel de espectador omnisciente con capacidad para maniobrar según convenga. Es decir, llega a jugar con sus ataduras, adquiere un papel activo y ese estado autárquico de suprema conciencia personal. Si se está triste: se ríe, se juega, se olvida. Todo ello en un proceso sesudo. Por un momento se olvida esa fidelidad que parece que haya que rendir a la adversidad, y si la cruz es un suspenso en un examen importante, la cara es una borrachera o una masturbación merecida nada más llegar a casa. A nivel emocional se puede excitar la alegría en un momento complicado. Hay instrumentos para ello, si la abulia nos invade. Escuchar un chiste gracioso en pleno abatimiento puede llegar igual que un bálsamo. ¿Por qué la sumisión al estado adverso?
No se confunda con el optimismo facilón de libro de autoayuda y efecto placebo. Aquí se habla de manipularse, de utilizarse, de jugar, todo con una base de pleno autoconocimiento y la negación del escrúpulo de la fidelidad a la tragedia. Está triste: ríase; está inquieto: salga a correr; carece de voluntad: péguese un guantazo y actívese. Dinamismo ante nuestros estados, que no son inmutables. Atentar contra el cuerpo, que no es más que nuestra rodaja de piel y órganos. Se puede estar contento si se desea estar contento. Sólo hay que salvar una zanja de prejuicios internos. |
Respuesta: Mente lúdica
El otro día pensando en como combatir los hábitos, por ejemplo, si quieres levantarte a la mañana temprano, antes de ir a trabajar para ir a correr, por ejemplo, llega la hora, suena el despertador, y dices, deja, deja, ya iré a la tarde.
Hay momentos en los que sientes que tienes que hacer algo, no sólo lo piensas, los sientes de una forma profunda. Por ejemplo, esto no puede seguir así, tengo que ponerme a correr, sintiéndolo de verdad en ese momento. Si fuéramos capaces de recordar ese mismo sentimiento en el momento que suena el despertador nos levantaríamos inmediatamente, si volviéramos a sentir lo mismo. ¿Como se hace eso? yo aún no lo he conseguido. |
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
como dice el texto "pulsar determinado boton en el momento correcto"
pero como o con quien aprenderiamos a presionar esos botones? creo que los mismos fracasos son los mejores maestros |
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
No sé si te he entendido bien, ¿hablas de manipular o ignorar nuestras emociones? Es decir, si acabo de asistir al funeral de corpore in sepulto de mi tío-abuelo Manolo y cuando llego a casa me pongo a bailar el “living la vida loca” a lo Ricky Martin, ¿automáticamente me convierto en el tipo más dichoso de un planeta que se llama Tierra?
Pues no lo acabo de ver, tío. Como teoría está bien. Pero me temo que el Hombre por naturaleza está demasiado supeditado a sus emociones, acaso como mecanismo meramente evolutivo. De hecho estoy de acuerdo que si consiguiésemos someter a nuestras emociones y mantenerlas a raya a un nivel tolerable, actuaríamos más en consonancia con la racionalidad que se presupone a un ser humano. |
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
See, cuanto más abatido, más piensas en lo desgraciado que eres y cuánta mierda tienes encima. Hay formas de distraer la mente, aunque es dificil, no apetece hacer nada. A los chistes les pueden dar porculo, yo me distraigo escribiendo, dibujando o jugando online... o cantando a pleno pulmón. (Ese último es el mejor) El arte es una forma de tirar la mierda al pozo, pero habrá más formas, búscalas. (De paso te distraes buscándolas.) |
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
Espero que no sugiera que mi clon es quien yo creo que está diciendo. Espero. __ ABAJO: Cita:
Cita:
__ ABAJO: Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
Por qué te sientes mal? ya intentaste reirte? no me digas que no sirvió. ---- Yo no he dicho "todos riamos y alcancemos la felicidad completa, porque ferdinand ha dicho que la risa cura todos los males" te he dicho a ti, que te rías porque te sientes mal, acaso tu eres un todo? (o tu malestar es un todo?) tenía que especificar el tipo de risa también o que? |
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Es una visión muy idealista, pero no vas desencaminado. Lo que sí se ajustaría más a la realidad sería un estado de indolencia ante la adversidad (que no es poco), a base de una comprensión profunda del entorno. Yo creo que analizando bien las causas de las desdichas se puede llegar a una asunción sincera de las mismas, lo que situaría nuestro estado de ánimo en el estado estándar, que es más que suficiente.
De todos modos, como ya te han dicho, es necesario pasar por ciertas etapas de dolor para poder superar algunas situaciones. |
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Mis procesos siempre han tomado un camino opuesto al que propones, a veces con buenos resultados. Profeso una sumisión total a mis estados emocionales, me entrego a ellos aunque sean -y sobre todo si son- negativos. Temo que proceder de otra manera signifique dejar residuos inexplorados de amargura y dolor que me persigan continuamente, como clamando por ser sufridos en plenitud de una vez por todas. Prefiero abandonarme a una fuerte desesperación con la esperanza de que sea pasajera, a distribuirla indefinidamente a lo largo de mi vida en dosis cuya oportunidad e intesidad seguramente no controlaré. Por cierto que existe el riesgo de que un día el pozo sea demasiado profundo, pero una fidelidad completa al estado de ánimo resulta comprensible si piensas que, ante todo, somos conciencia de nuestras emociones, y que el resto de nuestras representaciones nada más distraen al momento de una honesta introspección. Y si debes sucumbir por su causa, pues bueno, sólo sucede que debías sucumbir.
|
Respuesta: Mente lúdica
A mi juicio (siempre errado, claro), no creo que en esencia esta propuesta invite a hacer chirigota de la desventura y de su augusta persona, sino más bien a concienciarse de la presencia de ciertos mecanicismos socioculturales en lo que a estados anímicos se refiere, con el fin de tomar el control sobre ellos, en el sentido de que no se impongan como un absoluto; de que nuestra única determinación sea aquí, paradójicamente, la indeterminación... Sería como volver al ideal de hombre-medida; a un relativismo en el que el sentido de la vida sea el que nosotros le queramos prestar… ¡ains!
Por otro lado, la idea de risa que aquí se presenta podría tomar un carácter transgresor, más bien; ¡una risa encaminada a escupir sobre la tiranía de sacrosantificadas instituciones emocionales…! Bueno, dicho de otro modo menos dionisíaco-carnavalesco, claro :oops: |
Respuesta: Mente lúdica
Cuando juego conmigo me masturbo.
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
Cita:
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
Respuesta: Mente lúdica
Cita:
|
La franja horaria es GMT +1. Ahora son las 01:03. |
Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.11
Derechos de Autor ©2000 - 2025, Jelsoft Enterprises Ltd.