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Ambición y sentimiento de inferioridad

¿Os habéis encontrado alguna vez en vuestra vida a personas que además de ser ambiciosas tienen un gran sentimiento de inferioridad?

Las personas ambiciosas son personas que quieren ser más que los demás, tener más que los demás, saber más que los demás....
Para tratar de conseguir esto tienen iniciados varios proyectos, tanto personales como profesionales, e intentan llevarlos a cabo todos, para tratar de conseguir ese objetivo que tanto ansían. Son personas que siempre están moviendose, haciendo cosas....son personas muy dinámicas.

Ser ambicioso creo que es algo nocivo, es el polo opuesto a ser demasiado parado y conformista. Y los extremos siempre son malos, lo mejor es un punto intermedio, creo yo.
Querer ser lo que no se es, tener lo que no se puede tener y llegar a saber lo que no se puede saber es algo que lleva directamente a la frustración.

Cuando sólo hay ambición, es algo aceptable y que no hace daño a nadie, salvo a la persona ambiciosa.
Pero como a esta ambición se le una un sentimiento de inferioridad que tiene esa persona, da como resultado una persona bastante insoportable y **********, que el único destino que tiene es el de volverse loco y quedarse solo por haberse peleado con todo el mundo por sus tonterías.

Una persona con sentimiento de inferioridad es una persona que, por razones inexplicables, se siente inferior a todo el mundo. Aunque por fuera puedan aparentar que se quieren a sí mismos y que son muy seguros de sí mismos, en el fondo piensan que son una mierda, y esto se nota por sus acciones.
En este mismo foro hay mucha gente con sentimiento de inferioridad, todos lo sabemos, y es algo aceptable ya que no hace daño a nadie salvo a la persona con sentimiento de inferioridad, igual que ocurría con la ambición.

Pero lo malo, tal y como dije antes, es cuando la ambición y el sentimiento de inferioridad se juntan. Y os explico el por qué: imaginad a una persona ambiciosa, que quiere ser más que los demás, tener más que los demás y saber más que los demás. Y que además, tiene un sentimiento de inferioridad, es decir, que tiene un sentimiento permanente de que es menos que los demás, que tiene menos que los demás y que sabe menos que los demás.
Ya con lo que os he dicho os podéis imaginar la clase de engendro que saldrá de juntar ambición con esto, ¿verdad?
Una persona con ambición y sentimiento de inferioridad siempre sentirá que es menos que los demás, que tiene menos que los demás y que sabe menos que los demás, consiga lo que consiga, haga lo que haga.
Y son dos cosas que se retroalimentan: el sentimiento de inferioridad hace que su ambición se acentúe, y los fracasos derivados de esa gran ambición hacen que se acentúe su sentimiento de inferioridad.

Estas personas, como véis, están destinadas a ser siempre desgraciadas, aunque las cosas les vayan bien. Y pagan esa frustración, por ser supuestamente desgraciados, con los demás, en forma de algo que se llama envidia.

Que una persona les llegue a superar a ellos en algo es algo que les atormenta, que no les deja dormir por las noches. Por eso no tienen más remedio que joder a todo el que le ha superado en algo o le va a superar algo. O lo que es peor, no tienen reparo en joder a todo el que ellos creen que le han superado en algo o les va a superar en algo.

Todo esto lo cuento porque yo conozco a una persona así, concretamente de mi entorno familiar. Con esta persona me he llevado bien prácticamente desde que éramos pequeños....hasta que empecé a hacer la misma carrera universitaria que él y a trabajar de lo mismo que él. Y ya os podéis imaginar por qué, después de lo que he contado.
A pesar de no haber hecho nunca nada en su contra, actúa como si yo fuese el mayor de sus enemigos: no me dirige la palabra nunca salvo para burlarse de mí o humillarme dejándome como una escoria al lado de él. Y cuando yo le dirijo la palabra a él, o no me hace caso o si me lo hace no me mira a la cara.
He llegado al punto de querer esquivar encuentros familiares, por tal de no encontrarme con él.
Otra persona en mi lugar ya le hubiese metido un buen collejón, a la vez de que le hubiese dicho en voz muy alta: tooooooooontoooooooo, de tal forma que todo el mundo se le quedase mirando y él se quedase avergonzado de lo ********** que es.

Menudo tochaco que he soltado :lol: Pero al menos me he desahogao.