Iniciado por MetalSinfonico (Mensaje 440070)

Era sábado y aunque el otoño comenzaba a aparecer con ese tono amarillento que toman las hojas de los árboles, el calor intenso de aquel verano se resistía a irse, mis pasos eran lentos,como lenta mi respiración,cansado apoye el codo en un árbol para respirar un poco a su sombra,dos hojas de abedul se mecían delante de mi, las observe en su descenso y pensaba en la efímera vida,cuan delicada es la hoja y la hierva la recoge y se une a ella,con ternura.

Mi mirada reconoció una escena del otoño pasado. Una persona estaba sentada en la misma banquita de madera, mirando hacia el lago, esa mirada triste me recuerda a la que veo cada mañana en el espejo. Las aves a su vez descendían mientras yo intentaba recordar de dónde conozco la aflicción de ese rostro. ¿Alguna vez me habrá visto? ¿Alguna vez el lago supo que es observado por esa persona, ansiado por tantos sueños y tantas alas pretendiendo sumergirse y renovarse en aquel cálido lugar?

La brisa comenzaba a soplar mi corazón a palpitar con un ritmo que parecia estar a tono con todo el hermoso paisaje que me rodeaba. Pero pronto volvi a mi, y continuo caminando... tenía algo que hacer... algo que me espera...y no puede aguardar.



Lo habia intentado la semana previa, pero fallé, otra vez, el miedo me había vencido, pero hoy sería diferente, hoy lo lograría, y debia ser hoy, despues de todo hace tiempo habia llegado a la conclusion de que un sabado era el mejor, día para lograrlo.

Sin embargo... empezaba a dudar, y si algo fallaba o se salia de control.

Decidí no pensar en ello, decidí ser audaz y continuar, cerre mis ojos y al instante vi de nuevo esa triste mirada de la persona junto al lago y mis piernas flaquearon.... ¡Noooo! casi grite, de nuevo no... Hoy sería el dia de elevarse por sobre todo y traspasar el limite, ese nefasto limite de tanto tiempo atras me oprimia, debia ser firme como los arboles que me flanqueaban, debia olvidar de momento la pena que se me hizo recordar, me erguí y apresure mi marcha con desicion avancé, sin dudarlo, sin pensar, sin sentir, directo hacía...

Iniciado por alessandro (Mensaje 440082)

Hacia mi destino, el que fuera. Al lado las adormideras se balanceaban en un eterno bamboleo. Los miedos marcados en mi rostro se rehusaban a desaparecer, como moscas negras, inmundas, que insisten en posarse sobre un cadaver... Era el dolor, tal vez ya ni eso. Era ya la indolencia de quien ha muerto y no lo sabe. La insoportable sensación de estar separado del mundo extraño, como caminar sobre arequipe. Era hoy o nunca...

Iniciado por dasha_lonelines (Mensaje 440094)

Intentar algun cambio en mi monotonía añeja así con paso veloz abandone aquel sitio y me dirigí a casa, durante el trayecto pude ver cuan perdido y absorto había permanecido invernando todos estos días de demandante luz oculta tras esos fantasmas del ayer celosos por la luz que ahora había descubierto su escondite, estaba confundido tenia miedo de la luz mas no de los fantasmas pues son los únicos que desde que me encontraron no me sueltan los conozco tan bien y los siento tan adheridos a mi que no se si deba y pueda despedirme, lo he intentado ya antes pero sus gritos son aturdidores por exelencia y una vez mas cedo a no desterrarlos de mi ser. Hundido en el denso mar de pensamientos luces y espectros mentales me olvide de mi rededor hasta que ....

Iniciado por Marta97 (Mensaje 440238)

....la vi. Sí era ella, no había duda, su sonrisa era inolvidable e inconfundible.
La chica que estaba sentada en el banco de aquella vieja alameda era Alejandra. Un frío intenso recorrió mi cuerpo, y a mi cabeza vinieron de golpe todo lo vivido en aquel verano de 1990, sí el mejor de mi vida. Sin apenas darme cuenta me trasladé a esa fecha, concretamente era julio y como era costumbre ese año al finalizar las clases todos nos reencontramos en aquella playa. Teníamos entre 12 y 13 años y allí estábamos Gabriel, Pablo, Lucía, Alejandra y cómo no, yo Carlos(inconsciente y sin saber lo que más tarde me sucedería). Hacía 12 meses desde la última vez que nos vimos y lo cierto es que los chicos nos quedamos un poco sorprendidos, las chicas estaban diferentes, sus cuerpos habían cambiado....ya no eran aquellas niñas que jugaban con nosotros, estaban distintas. Lo cierto es que no entendíamos mucho, quizás por el hecho de que las mujeres desarrollan antes.
Pero eso vendría luego......lo importante es que una vez más allí estábamos los de siempre, 5 amigos dispuestos a comenzar un verano diferente.......

En ese verano mi corazón encontró todo el amor hacia Alejandra,aquella chica que durante mi niñez pasó desapercibida ante mí,poco a poco mi amor hacía ella crecía pero sabía que era utopía estar con ella,Alejandra era una muchacha que estaba con los chicos más guapos y fuertes,en cambio yo era escuálido y no tan agraciado. Sabía perfectamente que durante mi adolescencia sufriría al no poder estar con ella mirando al denso mar Mediterráneo,como en uno de mis apasionantes sueños. A día de hoy sigo soltero y sin trabajo alguno,he madurado pero mi corazón no,todos los sentimientos que tengo hacia ella seguían tan latentes como los de mi juventud. Esta noche volví a soñar con mi amor imposible,estábamos en un bosque de abedules,el suave viento mecía las hojas hasta dejarlas caer en el suelo,los pájaros volaban dirección sur en este otoño que era el más frío desde 1987. Me miraba con devoción y con amor,su largo pelo castaño era para mí el mejor cabello de todas las mujeres,sus ojos verdes eran bosques que llenaban mi vida de aquel desierto interior,cara de porcelana que para mí era que cualquier escultura griega. Me vi en el sueño y estaba totalmente diferente,dispuesto a todo,dispuesto a besarla y estar con ella hasta que el infinito llegue a su fin. Pero solo fue un sueño...