Respuesta: Escribir lo que se nos de la gana
 

Tías con carritos de bebé que parecen naves espaciales y que no tiene piedad si te interpones en su camino... :nolose: ¿Por que todo el mundo tiene tanta prisa?...


Gracias, gracias, gracias, gracias Antena por hacerme el recordatorio más brutalmente intensivo de lo terrible que es adornar el lenguaje que uno utiliza... buff como me cuesta tragar eso... :perfecto:



Bona nitt.

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bien bien así me gusta. nos vemos por las calles de san petersburgo

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ala madri ala madri ala madri

barça barça barrrrçaa

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Es igual lo que me digan o lo que me diga. Mi conciencia ha estallado, la conciencia del reprimido. La conciencia del que se ha pasado la vida teniendo más miedo al compañero que al profesor. Me digo: prefiero cargar con la culpa que chivarme. ¿Se puede ser más católico? Qué desastre de cabezas. La próxima vez, cargaré con la culpa.

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La liberacion de los campos de la conciencia. Esa es la meta. La verdadera libertad. Una libertad que te llena de amor, comprension y conocimiento.
Tan dificil de alcanzar y a la vez tan cerca.

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No hablarle al chico que te gusta; te parece super buen tipo y que va en tu clase y que se sienta delante de ti por penosa y sólo por sentirte muy antisocial y looser.

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Sinceros= gente que usan el soy sincero para herir a los demás pero luego los demás son desalmados cuando son sinceros

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AW! por qué a los chicos no les interesa que seamos chicas bien por decir algo, es decir que seamos de buen corazón, de buenos sentimeintos y que seamos tiernas etc, les importa más que seamos jóvenes y bonitas. Ojala por un día les importara más lo otro y no lo jóvenes y bonitas, yo sería feliz de que el se pusiera en mi lugar un día y me entendiera, tal vez le daría ternura o algo y cambiaría al menos por un día conmigo.

A los hombres les duele más que los engañemos teniendo sexo con alguien aunque ni lo queramos ó aunque no estemos involucradas sentimentalmente con el que si tenemos sentimientos por algún otro tipo.

A nosotras es al revés nos importa más que el hombre nos "proteja" y nos importa más su estabilidad etc que su juventud y su guapura; nos duele más una infidelidad sentimental que sexual, es decir nos duele más que el hombre tenga sentimientos por otra mujer que si se acuesta con alguien.

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Internet me proporciona los medios para ocupar mi tiempo en cosas que me interesan. Es como un libro apasionante al que cada día se le añaden cientos de páginas.

Por todos los lados me recuerdan que la adicción a internet es algo malo, que te quita el disfrute y las oportunidades que te da la vida real. ¿Pero qué pasa cuando tu vida real ha sido un desierto de fracasos, una experiencia en general desagradable y frustrante? ¿A quién hago daño en mi aislamiento? ¿Por qué tanto interés en devolverme a un mundo al que no me adapto? Quizás sea mero interés económico. Somos gente estamos fuera del sistema, ni producimos ni nos gastamos todo, y el sistema no puede permitirse mucha gente así.

Antaño se comprendía e incluso se consideraba sabios a los anacoretas que se aislaban del mundo en una montaña o una cueva. Los anacoretas modernos quizás sean los que encierran en su habitación con una línea ADSL.

Que le den al mundo, que yo me bajo.

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Hombre, yo puedo hablarte desde mi experiencia de adicto a internet. He malgastado eones de mi vida en diversos sitios de la red. En contraste con otros medios como la radio y la televisión, supongo que me atrae la libertad con que circula la información. A mí me apresa el hastío siempre que abro la maldita página del Google Chrome. Pero sigo haciéndolo. ¿Por qué? Porque soy una persona débil e ingrávida. Y eso que no tengo redes sociales. El culmen de la tragedia llega cuando, livianamente, te das cuenta de que las relaciones interpersonales por internet o por el móvil o cualquier otro dispositivo que requiera que estés el día enganchado y deshumanizado delante de una jodida pantalla compuesta de píxeles resulta un pobre sustituto de las relaciones incluidas en la llamada vida real. Ahora estoy intentando desintoxicarme. No quiero desperdiciar lo que me queda de vida, una existencia que tal vez sea ínfima y azarosa y milagrosa, en frente de internet. Simplemente no quiero.

Por cierto: ¿a nadie le molesta cuando quedas con un conjunto de personas, y esas personas, en lugar de dialogar y prestarse atención los unos a los otros y demás curiosos protocolos, empiezan a teclear chorradas en el móvil?