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A ver, killmeplz. No te rayes con lo que haya salido o no. Aquí lo que importa es lo que has hecho. ¿Qué has hecho? Enfrentarte a tus temores. Lo que aquí tenemos que tener en cuenta no es si tus posibilidades con una muchacha anónima han mejorado o empeorado, lo que importa es que tu estado emocional puede salir fortalecido de la experiencia.
Mira, voy a soltar un pequeño monólogo que una vez se me ocurrió y que intentaba guardar para motivar a un amigo que también tiene sus problemas e timidez pero ¿Qué demonios? El miedo es la mayor barrera que existe. Si tú eres la criatura más importante del universo (como deberías ser) no hay nada que resulte más poderoso que el miedo. Tu miedo. Lo que acaba con el miedo no es el cerebro. El cerebro es la fuente del miedo. El cerebro imagina todo lo que puede salir mal y todo lo que saldrá mal. La mente no puede enfrentarse al miedo, porque es su esclava. Lo que acaba con el miedo no es el corazón. El corazón te da motivos para enfrentarte al miedo. El corazón te da deseos que pueden ser útiles pero no te dará los medios para alcanzarlos. ¿Sabes qué derrota al miedo? Lo encontrarás más abajo. Lo que derrota al miedo son los cojones. No sirve otra cosa. Así que quiero que, cuando sientas ese miedo, lo visualices. Quiero que lo imagines como una cosa horrible hecha de la suma de todo lo que podría salir mal. Quiero que tengas una visión digna de Lovecraft y la crees en tu mente como una monstruosidad babosa, informe y borboteante. Y quiero que imagines que tus cojones crecen. Tienes unos cojones tan grandes que te aprietan en los pantalones. No, de hecho son tan tremendamente grandes que se arrastran por el suelo y te escuecen. Tienes que sentir el dolor de tus cojones erosionados contra el asfalto. Y cuando tengas que hacer eso que te da tanto miedo. Imagina que agitas un momento tu cadera y golpeas con tus inmensas gónadas al monstruo del miedo. Pero eso no basta. El miedo es demasiado fuerte para ser vencido por un solo golpe de testículos. Vuelve a repetir el gesto y sacúdele otra vez con tus tegumentos genitales. Ahora sí ¿Lo ves? El monstruo desaparece. Imagínate que lo que has hecho al avanzar hacia esta chica ha sido eso. Lo que has conseguido al enfrentarte a tus miedos es darle con tu bolsa escrotal al monstruo más terrible que conoce el ser humano. Hazlo de nuevo. (Chicas, sé que el monólogo anterior es terriblemente masculinizante y un tanto insensible con las mujeres, no os ofendáis. Quizá vosotras también podáis usar los ovarios como idea pero no sé si funciona. Lo importante es ridiculizar el miedo y el chiste del golpe de testículos me pareció divertido.) |
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Lo siento, Brenna. Pero con la cantidad de errores que he cometido, el que no me perdones esto tampoco va a quitarme el sueño. :D
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Muy bien hecho por haberte animado que en realidad era lo unico importante, fuiste muy valiente al hacer eso. La forma en que la abordaste fue mala porque que te digan "hola, como te llamas?" no te hace ver como alguien interesante, es una forma muy poco original y aburrida(ademas para que quieres saber el nombre de una persona que aun no conoces?), pero eso te hace aun mas valiente porque supongo que ya lo sabias. Lo de que se haya ido sin haberse despedido y ni siquiera haber contestado tu pregunta no es normal, quiere decir que no quiso hablar con vos, no le interesaste o la asustaste
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