Respuesta: Quiero dar a conocer la fobia
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Iniciado por Búnker
(Mensaje 288934)
Hay grados, claro. Pero para mí la timidez entraría dentro de la fobia social en su grado más bajo, al menos ése es mi punto de vista, y respeto que otro diga que la fobia social sólo se da cuando se tienen constantes ataques de ansiedad, se es incapaz de articular palabra y se piensa constantemente en el suicidio. Pero para mí la fobia social tiene tantos grados como fóbicos hay, de modo que esto es un saco muy amplio donde estamos todos invitados, resentidos tocahuevos incluidos :-D
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Lamento ser repetitivo con el tema, pero no puedo dejar de contenerme al leer ciertos mensajes.
No es cierto que la timidez sea la escala más baja de la fobia social. De ser cierta esta aseveración, cualquier persona tímida pasaría automáticamente a engrosar la lista de fóbicos sociales o personas con transtorno de personalidad por evitación (para los que piensen que son dos entidades distintas, les animo a consultar el DSM IV y que encuentren las diferencias). Conclusión inmediata: a cualquier persona que presente algún atisbo de timidez o inseguridad se le podría colocar el sambenito de transtornado, lo que me parece un auténtico disparate.
En mi opinión, la fobia social es sólo timidez, sí, pero de tanta intensidad que te condiciona, te limita y aún te incapacita. El tímido leve puede sentirse incómodo al tomar decisiones, pero las toma. En cambio, el fóbico social está tan pendiente de sus síntomas que, con frecuencia se paraliza y fracasa en el intento.
Otra cosa que me produciría la sonrisa de no ser la fobia social plato de gusto para nadie que la padezca es la afirmación de que hay grados de fobia social. Claro que los hay: en el grado más alto, el sujeto afectado se recluye en casa, pues sólo la proximidad de un congénere le provoca ataques de pánico (conozco personalmente un caso); en el grado más bajo, el (auténtico) fóbico social vive en un estado de constante sufrimiento por los síntomas que padece. Puede conseguir un trabajo (muchas veces de categoría inferior para sus capacidades); puede tener amigos, pareja y hasta emanciparse, pero el coste en forma de esfuerzo y desgaste psicológico será brutal.
Y los auténticos tocahuevos son para mí todos aquellas que tienen la desvergüenza de afirmar que los fóbicos sociales somos así porque queremos, es decir que somos unos masoquistas del copón. Lástima no ser Dios y poder trasladar a esos sujetos lo que nos ronda por la cabeza a los verdaderos fóbicos sociales, no a los de pega con sus doscientos mil amigos, con los centenares de parejas que han tenido y con sus millones de días de farra que se ha pasado en discotecas como un mortal cualquiera.
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