Iniciado por Mopita (Mensaje 208073)

Ay fracaso, tu historia desgraciadamente me ha resultado demasiado cercana, porque hemos pasado por experiencias muy similares en la infancia y creo que es algo que te marca para toda la vida... Yo no odio a nadie, simplemente no tengo ninguna razón para levantarme por la mañana, el mundo que me rodea es extraño para mi y no puedo soportar la emociones que me inundan, de hecho ahora me están ahogando. Yo nunca he tenido el valor de presentarme aquí y contar mi historia, realmente, creo que no podría soportarlo, quedar expuesta ante los demás. En fin gracias, por tu testimonio.

Iniciado por fracaso_sanhueza (Mensaje 207774)

Tengo muy pocos recuerdos de mi infancia, al parecer el dolor se encargó de borrar varios, sin embargo, hay cosas que aún así no se olvidan.
De niño, mis padres se encargaron de maltratarme, golpearme y humillarme por cualquier cosa, los típicos padres ausentes, trabajaban todo el día, pero que la única forma de comunicación al parecer eran los golpes y los insultos.
Aún así, siempre tuve buenas notas en el colegio, estuve en cuatro de ellos y en todos obtenía el primer lugar de la clase, pero eso al parecer no les importaba a mis papás, que me trataban como a un miserable, cuando buscaba el abrazo de mi madre, ella me rechazaba con rabia.
Para peor, y por culpa de ser buen estudiante, mis compañeros de curso me golpeaban y humillaban en grupos, no tenía ningún amigo porque todo aquel que creía mi amigo, finalmente se reía de mi al encontrarme un "nerd" imbécil.
Con las niñas la cosa no mejoraba, pues era un niño tímido, feo y un poco gordo. El típico idiota que al tratar de conversar con alguna niña, se convertías en objeto de burla de ella y sus amigas. A veces nada hacía y me insultaban y trataban de idiota.
No había refugio, no podía escapar a mi casa, pues temía a mis padres y no quería ir al colegio, pues temía a mis compañeros. Consecuencia de ello fui desarrollando un odio tremendo hacia todo y todas las personas, una depresión constante acompañada de un miedo incomnesurado. Así, todo lo que pasaba por mis ojos era una basura partiendo por yo mismo hasta mi familia, mi país (aunque algo de razón tengo), la sociedad, el mundo, la comida, la risa, la televisión, la música, etc. Me convertí en un neurótico de mierda, pero no sólo eso. Además dejé de sentir otra cosa que no fuera odio y miedo. Actualmente no soy capaz de enamorarme ni de sentir gran cariño por una persona, ni siquiera llorar. Desde los 12 años, hasta hoy, 23 puedo contar con las manos las veces que he hecho). Consecuencialmente mis notas bajaron mucho (salí del colegio con un pésimo promedio y con conocimientos miserables) dejé de lado completamente los estudios y me hice un adicto a internet. Pasaba todo el día en los chats, inventándome personalidades, actuando de la forma en que no podía serlo en la vida real. Consecuencia de ello, me convertí en un verdadero mitómano, fenómeno que también afectó mi "vida real" pues pasaba inventándole historias a cada persona que conversaba conmigo para hacerme "el intersante". Mi primera novia (polola) la tuve a los 16 y la conocí por internet. Nunca la amé y terminamos porque no tuve deseos de acostarme con ella. El sexo para mi es algo que no me interesa.
Curiosamente, y de forma paralela, mientras yo me hundía en mi estupidez, no sé cómo ocurrió, pero mis padres cambiaron, primero porque yo había crecido y mi mamá ya no era capaz de golpearme (sólo lo hacía mi papá) y ella comenzó a hacer terapias que cambiaron su personalidad. Con el pasar del tiempo nunca más recibí un golpe de ella ni tampoco ordenó a mi padre que lo hiciera. Incluso una vez llorando me pidió perdón por cagarme la infancia cuando niño. El problema es que ese momento, que supuestamente debería ser reparador y marcar un giro en mi vida no lo hizo. Me dio prácticamente lo mismo. Le dije "Ok", la abracé a la fuerza y me fui.
Resulta que ahora tengo 23 años y soy una mierda. Ahora tengo una buena familia, pero no los quiero, una buena situación económica, que sólo me sirve para acomodarme en mi cobardía y no forzarme a actuar. No tengo motivos para reclamar pero lo hago. Llevo en la espalda dos fracasos universitarios y voy por el tercero. No he tenido amigos en ninguna de las carreras en las que he estado. Tampoco tengo ningún talento que pudiera explotar, ya que todo lo hago de forma mediocre. Sigo siendo un estúpido adicto a internet, no puedo desconectarme de esta cosa y siquiera tengo "amigos virtuales". No puedo mirar a la gente a los ojos aunque lo intente y ando con la cabeza baja ante el mundo. No soy capaz de reírme ni disfrutar de las cosas. Las mujeres no me interesan, El sexo es una basura. Veo a la gente en grupos y me da asco, veo gente triunfar y me da rabia, una envidia estúpida. Odio todas las ideologías, hasta la religión que es un ridículo negocio. Tengo miedo a todo, ni siquiera soy capaz de escribir una carta. Esta ridícula confesión me ha tomado cerca de 2 horas hacerla y eso que pensé en escribirla sin pensarla mucho. Ahora que lo pienso ¡2 horas!, la estoy releyendo y es una basura! insípida y mal redactada. Yo no me tomaría la molestia de leer este desperdicio.

Iniciado por Nihilista (Mensaje 208151)

Es una pregunta capciosa. ¿Qué tal si no se plantea y quedamos en paz?, ¿Qué hay de malo en odiar?, Es un sentimiento como otro cualquiera y lo natural en la persona que ha visto como su vida era vilmente destruida es odiar. ODIAR con mayúsculas, a todos y a todo. Me parece que tiene hasta un punto poético; podría hacerse una oda al odio, aunque sería odiosa la oda u "odaiosa" :D.