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Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata; constante adoro a quien mi amor maltrata; maltrato a quien mi amor busca constante. Al que trato de amor, hallo diamante, y soy diamante al que de amor me trata; triunfante quiero ver al que me mata, y mato al que me quiere ver triunfante. Si a éste pago, padece mi deseo; si ruego a aquél, mi pundonor enojo; de entrambos modos infeliz me veo. Pero yo, por mejor partido, escojo de quien no quiero, ser violento empleo, que de quien no me quiere, vil despojo. Sor Juana Inés de la Cruz.. No es de mis favoritos pero es bueno.. "Mi odio es tan puro y limpio, mi maldad tan tierna e inofensiva. Mis ojos tan muertos y acuosos, mi cuerpo maltrecho y fuerte. Mi mente es obstinada, obsesiva, metaneuronal. Mi corazón, es un músculo que bombea sangre aún. Y no sé ubicar mis sentimientos." |
¿QUÉ DIRÁS ESTA NOCHE?
¿Qué dirás esta noche, pobre alma solitaria, qué dirás, corazón, marchito hace tan poco, a la muy bella, a la muy buena, a la amadísima, bajo cuya mirada floreciste de nuevo? El orgullo emplearemos en cantar sus loores; nada iguala el encanto que hay en su autoridad; su carne espiritual tiene un perfume angélico, y nos visten con ropas purísimas sus ojos. En medio de la noche y de la soledad, o a través de las calles, del gentío rodeado, danza como una antorcha su fantasma en el aire. A veces habla y dice: "Yo soy la bella y ordeno que por amor a mí no améis sino lo bello; soy el Ángel guardián, la Musa y la Madona". Charles Baudelaire |
mv2706, me encantan los poemas que estas posteando. :D Un abrazo Te esperé en la eternidad sentado en una roca pensando en cada caricia tuya, sintiendo el calor de tu recuerdo dibujaba en la roca tu rostro, mientras me dejaba guiar por tu risa. Esperé sentado en el camino hacia una eternidad en que mi memoria podía volar. Te pensé todo el día como un ayer hermoso en que pude sonreír por ti. Ahora en este camino dejo volar mi alma para encontrarte antes que llegues para ser parte de ti por un segundo mientras escribo estas palabras. José Botto |
Un poema precioso de Luis Cernuda
SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR Si el hombre pudiera decir lo que ama, si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo como una nube en la luz; si como muros que se derrumban, para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, la verdad de sí mismo, que no se llama gloria, fortuna o ambición, sino amor o deseo, yo sería al fin aquel que imaginaba; aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos proclama ante los hombres la verdad ignorada, la verdad de su amor verdadero. Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; alquien por quien me olvido de esta existencia mezquina, por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu, como leños perdidos que el mar anega o levanta, libremente, con la libertad del amor, la única libertad que me exalta, la única libertad porque muero. Tú justificas mi existencia. Si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. |
Empiezo a conocerme. No existo
Empiezo a conocerme. No existo. Soy el intervalo entre lo que deseo hacer y los demás me hicieron, o la mitad de ese intervalo, porque además hay vida... Soy esto, en fin... Apaga la luz, cierra la puerta y deja de hacer ruido de zapatillas en el pasillo. Quede solo yo en el cuarto con el gran sosiego de mí mismo Es un universo barato. Fernando Pessoa Abdicación Tómame, oh noche eterna,en tus brazos y llámame hijo. Soy un rey que voluntariamente abandoné mi trono de ensueños y cansancios. Mi espada,pesada en brajos flojos, a manos viriles y calmas entregué; y mi cetro y corona-yo los dejé en la antecámara hechos pedazos. Mi cota de malla, tan inútil, mis espuelas, de un tintineo tan fútil, las dejé por la fría escalinata. Desvestí mi realeza,cuerpo y alma y regresé a la noche antigua y serena como el paisaje al morir el día. |
"POUR QUOI FAIRE?" De Amado Nervo
¡Por qué ir a otra estrella! ¡Qué veremos en ella! Lucha, injusticia y llanto (si hay una Humanidad); paisajes semejantes a los deste planeta; bellos, cuando fingidos por mente de poeta; pero tal vez monótonos, tristes, en realidad. ¡Por qué ir a otra estrella! ¡Qué veremos en ella! ¡No te dará ninguna lo que buscando vas! Todos esos planetas que al sabio maravillan, ¡qué son sino pedruscos que a la luz del sol brillan, pedruscos nada más! ¡Por qué ir a otra estrella! ¡Qué veremos en ella! Si en esta hay noches pródigas de tinieblas y horror, ¡suframos sin reproches, poniendo en esas noches la casta lucecita de nuestro viejo amor! |
Gracias Serenna por tu comentario :D :D :D , los tuyos tambien estan preciosos y los demas también me gustan mucho. Saludos a Todos!!!
Aqui va otro de José A. Buesa Poema del renunciamiento Pasarás por mi vida sin saber que pasaste. Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar, fingiré una sonrisa, como un dulce contraste del dolor de quererte... y jamás lo sabrás. Soñaré con el nacar virginal de tu frente; soñaré con tus ojos de esmeralda de mar; soñaré con tus labios desesperadamente; soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás. Quizás pases con otro que te diga al oído esas frases que nadie como yo te dirá; y, ahogando para siempre mi amor inadvertido, te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás. Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible, como un sueño que nunca lograré realizar; y el lejano perfume de mi amor imposible rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás. Y si un día una lágrima denuncia mi tormento -el tormento infinito que te debo ocultar- te diré sonriente: "No es nada... Ha sido el viento." Me enjugaré la lágrima... y jamás lo sabrás. JOSE A. BUESA |
Aqui va uno de Almafuerte
Intima Ayer te vi... No estabas bajo el techo de tu tranquilo hogar ni doblando la frente arrodillada delante del altar, ni reclinando la gentil cabeza sobre el augusto pecho maternal. Te vi...si ayer no te siguió mi sombra en el aire, en el sol, es que la maldición de los amantes no la recibe Dios, o acaso el que me roba tus caricias tiene en el cielo más poder que yo! Otros te digan palma del desierto, otros te llamen flor de la montaña, otros quemen incienso a tu hermosura, yo te diré mi amada. Ellos buscan un pago a sus vigilias, ellos compran tu amor con sus palabras; ellos son elocuentes porque esperan, ¡y yo no espero nada! Yo sé que la mujer es vanidosa, yo sé que la lisonja la desarma, y sé que un hombre esclavo de rodillas más que todos alcanza... Otros te digan palma del desierto, otros compren tu amor con sus palabras, yo seré más audaz pero más noble: ¡yo te diré mi amada! Almafuerte Saludos!!!! :D :D :D :D |
ESTOY PERDIDO
Profeta de mis fines no dudaba del mundo que pintó mi fantasía en los grandes desiertos invisibles. Reconcentrado y penetrante, solo, mudo, predestinado, esclarecido, mi aislamiento profundo, mi hondo centro, mi sueño errante y soledad hundida, se dilataban por lo inexistente, hasta que vacilé cuando la duda oscureció por dentro mi ceguera. Un tacto oscuro entre mi ser el mundo, entre las dos tinieblas, definía una ignorada juventud ardiente. Encuéntrame en la noche. Estoy perdido. ( De "La Lenta Libertad") [/b] |
Aqui va otro poema de Almafuerte.
Saludos a todos!!!! :D :D :D :D Castigo I Yo te juré mi amor sobre una tumba, sobre su mármol santo! ¿Sabes tú las cenizas de qué muerta conjuré temerario? ¿Sabes tú que los hijos de mi temple saludan ese mármol, con la faz en el polvo y sollozantes en el polvo besando? ¿Sabes tú las cenizas de qué muerta mintiendo, has profanado? ¡No los quieras oir, que tus oídos ya no son un santuario! ¡No los quieras oir como hay rituales secretos y sagrados, hay tan augustos nombres que no todos son dignos de escucharlos! II Yo te di un corazón joven y justo ¡por qué te lo habré dado! ¡Lo colmaste de besos, y una noche te dio por devorarlo! Y con ojos serenos ¡El verdugo, que cumple su mandato, solicita perdón de las criaturas que inmolará en el tajo! ¡Tú le viste, serena, indiferente, gemir agonizando, mientras tu roja sangre enrojecía tus mejillas de nardo! Y tus ojos ¡mis ojos de otro tiempo que me temían tanto! Ni una perla tuvieron, ni una sola: ¡eres de nieve y mármol! III ¿Acaso el que me roba tus caricias te habrá petrificado? ¿Acaso la ponzoña de Leteo te inyectó a su contacto? ¿O pretendes probarme en los crisoles de los celos amargos, y me vas a mostrar cuánto me quieres, después entre tus brazos? ¡No se prueban así con ignominias, corazones hidalgos! ¡No se templa el acero damasquino metiéndolo en el fango! Yo te alcé en mis estrofas, sobre todas, hasta rozar los astros: tócale a mi venganza de poeta, ¡dejarte abandonada en el espacio! ALMAFUERTE |
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