¿Qué tal? Es mi primer mensaje aquí, pero sé bien de qué hablas, conozco al dedillo las malas pasadas que te juega la imaginación y lo difícil que es sobreponerse. Con mucho esfuerzo y la ayuda indicada, yo he salido adelante y me he atrevido con planes que ni de broma me pensaría nunca podría hacer. Así que, de entrada, vete animándote, porque créeme que se cambia. Yo soy otro al de hace un tiempo.
En mi caso particular, y te cuento porque creo puede ayudarte, siempre lo paso peor justo cuando me proponen un plan nuevo; pero la experiencia, y ésa no la puedo discutir, es que siempre que me atreví con la situación de turno, después luego estuve infinitamente mejor de lo que yo había pensado. Y aunque te sea difícil encajarlo, exponerte es bueno para ti. El hecho de que lo intentes es ya muy positivo.
¿Y qué si estás callada? ¿Y por qué deberías estar hablando sin parar? ¿Qué tiene de malo ser callada? Ponte en el lugar de los otros. ¿Qué pensarías de alguien que sencillamente no tiende mucho a estar largando todo el día? Yo creo que nada, se lo consentirías tranquilamente. No te hagas suposiciones con lo que crees pensarán los demás sobre ti. Permítete también estar relajada y a tu aire.
Espero haberte ayudado algo. Y una última cosa: jamás me he arrepentido de atreverme con cada plan nuevo que me vino encima. Al revés, siempre me ha dado muchísima alegría atreverme con él. El hecho de que tengas miedo, aunque sea difícil entenderlo, tampoco significa que vaya a ir mal. De verdad, créeme. Ánimo. Tú decides.
Un saludo.