- El 99 % de los hombres son miserables, los "normales" y extrovertidos son miopes mentales, en su ignorancia existencial desconocen que toda condición humana es un tedio, un eterno fastidio, incluso quienes tienen su vida social ganada. El hombre introvertido, su circulo social son sus propios demonios interiores, teme u odia o teme y odia a la sociedad. Pero absolutamente, como premisa en éste camino llamado vida, todo y todas las cosas están sumergidos en un remolino de horrores, donde el tiempo en su bendito misterio no sabe qué trampa tenderá hacia tí. Qué nueva calamidad, enfermedad o miedo recrea tus ansias, quieras escapar inútilmente. Toda la gente sufre, pero pocos lo saben, y quienes lo saben... siempre despertar es molesto, pero así debe ser.
- La vida completa es voluntad, sufrimos porque se nos impide que se realicen nuestros sueños, alguna extraña traba siempre es puesta una vez que hayamos resuelto un problema, ésta se presentará de forma mas incesante y tormentosa. Los problemas jamás acaban. El fóbico sufre por no ser como los demás, por no caber en el standard, pero objetivamente "los demás" tampoco son la "gran cosa"; analízenlos detenidamente, en su forma cruda depositen un puñado de gente "normal" en un portaobjetos del microscopio de su Espíritu. Incluso, no sólo tomen un puñado, con uno o dos son suficientes, pues hablar con uno de ellos es, en esencia, exactamente lo mismo que si hablaran con 10 000 de los suyos. Sus mismos temas, sus mismos intereses y aficiones, tal como un fractal, de uno se deduce hasta la infinitésima potencia.
-¿ Eso quieren ser realmente?, ¿ Qué envidian de ellos?, su labia, sus trabajos, su dinero, su facilidad de palabra, su rapidéz para ganar chicas, su jovialidad para entretener a los chicos? Su sapiencia o su desverguenza innata? Quieren que los hombres los adulen y las mujeres las envidien. Quieren en una palabra tener una migaja de su felicidad que gozan los demás, pero es que muchos se entretienen con boberías; la mayoría de los normales y extrovertidos son vulgares, si no carroña, ineptos en temas elevados, superfluos, su ahínco depende de su capacidad sexual en el caso de los varones y en las mujeres su instinto maternal; hay que darse cuenta que ellos mismos "tan felices y despreocupados si de verdad fuesen así, no buscarían con tantas ansías algo ajeno a sí mismos,¿ de qué escapan?,¿ no son plenos entonces?
- El introvertido tiende a la derrota, pero de ella justamente emprende una nueva carrera. Para nacer hay que morir. No me refiero a un positivismo panglossiano ni de clubs institucionales de gobierno. Cuando uno se da cuenta que la gente lo ha decepcionado a uno, después no echará la culpa a la gente, ni a la sociedad misma, sino a la vida misma. Nuestro destino hace amar día a día la negrura de la muerte, el crepúsculo, descubrir en el nóumeno al fenómeno; la circular vida ciega y sin sentido. Ya no son los hombres y su teatrito, sino la vida misma, la lucha incesante, rápida para la crueldad y lenta para las "buenas noticias", tal vez la voluntad, el maniaco creador que no supo qué hacer con ésta buena era ...
- Hay que obtener algo, a base del sacrificio, siempre es a base de sacrificio. ¿por qué no sacrificar nuestra propia existencia? No me refiero al suicidio como la gente cree, sino un ritual interior; sacrifica todo lo que has aprendido, todo lo que crees que debes ser según los cánones de la gente estúpida de allá afuera; sacrifica tu dolor, sacrifica tus placeres. La existencia misma, puesto que no tiene sentido habría que entregarla.
-¿ Entregarla a quién? A Dios? a la Nada? a sí mismos? Realmente no tenemos voluntad propia, pues lo antecede la necesidad, siempre hay un deseo que nunca está satisfecho y cuando se nos presenta el obstáculo hay despojo y sufrimiento, náusea. Y siempre será así, cuando goces de algo, mejor intuye: algo se me debe de cobrar, nada es gratis, todo es a cambio de algo incluso en lo metafísico existencial. Hay que pagar hasta por el precio de los placeres, por minúsculos que éstos sean.
- Si siempre que satisfacemos un deseo, después de haberlo añorado con sueños, tapujos, mil sensibilidades después obtenido nuestro beneficio y placer es hecho trizas. Una vez cumplido el deseo desaparece el afán, damos media vuelta, y queremos otro con mayor intensidad, algo diferente.
- Siendo éste otro castigo mas que la esencia de la vida nos impone, considerémosla pues, demuestren que pueden ser y hacer, sus metas propuestas luchen hasta alcanzarlas, sea en el nivel que sea, metas personales, artísticas, laborales, emocionales, académicas, con todas sus fuerzas tratar de terminar sus proyectos, aunque estén desvanecidos, luchar contra la depresión y luchar contra los placeres incluso; logren sus sueños, incluso más que los "normales", que la llama dionisiaca también queme la tierra, proporcionen el bien, cumplan sus objetivos, ésta miserable vida y que en esencia es el dolor y sufrimiento, o en su otro estado pendular es el aburrimiento, "la parte masculina- viril de la vida es el Sufrimiento y hacer sufrir, y la parte femenina de la vida es el tedio- aburrimiento, fastidio, ocaso".
- Todo ésto para el fin, ( si, somos desdichados, aún así saldré al mundo, veré de qué me pierdo, qué es lo mágico? cuál es la premisa de tanta algarabía en ésta tierra? por qué traer tantos infantes? habrá de verdad un espectáculo celestial que debe ser rebelado por mí mismo?. Pero por la misma de salida es la misma de la de la entrada...
- Volverán hartos, desencantados, a pesar de haber tenido múltiples vivencias, circunstancias, de haber comprado tal o x cosa, de haberse casado, de haber tenido no sé cuantas parejas, de haber conocido drogas, gastronomía diversa de otros países, viajes, haber dominado no sé cuántas ciencias, lenguas, haber comprado vehículo, casa o haber alcanzado ser dueño de una empresa. Todo es un ciclo, todo volverá como una espiral.
Habremos llegado cansados, añorando tal vez los minutos de descanso en nuestro lecho, o bien desencantados con la vida y la insulsa humanidad.
- Cumplan sus funciones, más que las que el hado, terrorífico destino nos tiende, para que sacrifiquemos En Vida, nuestra existencia. Cuando no sintamos nada, es porque ya estamos preparados para la Gran Salida, el abismo eterno ( y ojalá, sea sempiterno), la morada del silencio. Una vez conquistada la vida, prepararnos poco a poco hacia la muerte, pues la otra sólo fue un engaño, y verificamos que su esencia siempre fue el sufrimiento, y sus goces fueron un lapsus efímeros venidos desde el no - tiempo. Seamos positivos desde nuestro negativismo. Al fin y al cabo, sólo somos minúsculo polvo cósmico.
