En palabras de Michel Houllebecq, en su libro "Ampliación del campo de batalla":
"Así que no tenía escapatoria. Solo podía asistir, con un callado odio, a la liberación de los demás; ver a los chicos apretujarse, como cangrejos, contra el cuerpo de las otras chicas; ser consciente de las relaciones que empiezan, de las experiencias que se deciden, de los orgasmos de los que se alardea; vivir en todos sus aspectos una autodestrucción silenciosa junto al placer manifiesto de los otros. Así tenía que transcurrir su adolescencia, y así transcurrió; los celos y la frustración fermentaron despacio, convirtiéndose en una paroxística hinchazón de odio".
Poseo una inmensa capacidad de ofrecer y recibir amor pero ésta se encuentra cada vez más aprisionada por la frustración y la amargura, los rechazos y desplantes. El día que el destino deba marcar, si es que llega, estoy seguro de que esa pequeña semilla se expandirá, a modo de Big Bang, como una marea de luz y de armonía, de destino cumplido y de anhelos satisfechos.
Es difícil porque con la escasa o nula habilidad social, mi sudoración, la eritrofobia, son demasiadas restricciones para que mi verdadero yo surja libre y auténtico, y se muestre a los demás sin miedos. Estoy demasiado atemorizado y demasiado escaldado.
He tenido muchos objetivos en la vida y los más importantes se me han cumplido hace poco, trabajados con sufrimiento, tenacidad y los dientes mordiéndome los labios. Pero el más grande sería poder decir que he tenido pareja estable. Por lo menos dos meses. Después moriría en paz. Lo juro. Creo que no se me puede pedir más lucha. Todas las mujeres, todas, las que en estos últimos años se me han presentado como posible relación, o me han sido arrebatadas de las manos o han buscado un futuro mejor en una gran ciudad o no les interesaba o ni siquiera se han percatado de mi existencia, si acaso como una mosca que deja sus patitas brevemente en una fotografía brillante, hermosa y llena de colorido.
Acabo de ver "Granjero busca esposa" y para mí esto (reíros, me da igual) me ha supuesto a la vez la alegría de ver que a veces los milagros existen y la angustia, la pena y la tristeza de pensar que yo no tengo derecho a esa experiencia (me he tomado un Lexatin para poder dormir pero eso a quién le importa).
Finalizo con otro fragmento del libro citado anteriormente:
"-¿Crees que se ha jodido?
-Claro, se ha jodido hace tiempo, al principio. Raphael, tu nunca serás el dueño erótico de una chica. Tienes que hacerte cargo, esas cosas no son para tí. De todas formas, ya es demasiado tarde. El fracaso sexual que has tenido desde tu adolescencia, Raphael, la frustración que te persigue desde los trece años, ya han dejado en tí una marca imborrable. Incluso suponiendo que pudieras conseguir alguna mujer a partir de ahora -cosa que, con toda franqueza, no creo que vaya a suceder-, no será bastante; ya nada será nunca bastante. Siempre serás huérfano de esos amores adolescentes que no tuviste. En tí la herida ya es muy dolorosa; pero lo será cada vez más. Una amargura atroz, sin remisión, que terminará inundándote el corazón. Para tí no habrá rendición ni liberación. Así son las cosas..."
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