Coincido con que el ambiente familiar es fundamental.
La primer escuela del ser humano es el hogar, la familia, donde lo que te enseñan no es geografia o historia sino los valores de la vida.
Yo también siempre fui solitario, individualista. Los amigos que hice fué por pura casualidad, eramos compañeros de la escuela, pero siempre cumplí un rol pasivo, iba a donde me llevaban.
Creo que en tu caso lo que sucedió fué eso, como en el mío.
Padres divorciados cuando yo tenía 4 años. Se casaron de muy jovenes y por supuesto no tenían la madurez necesaria para llevar adelante una familia. Toda mi infancia y adolescencia viví la ausencia de mi madre con total naturalidad, hasta que de grande y haciendo terapia entendí lo que sucedió realmente con mi persona y lo que me afectó.
Somos así porque no nos enseñaron y nos tocó aprender a soportar la vida como podemos, solos. Se hace muy difícil sin un ejemplo a seguir, sin que nos guien y nos adviertan.
Recien a mis 25 asumí mi situación y fué cuando decidí comenzar un tratamiento de logoterapia que, en pocas palabras, trata sobre el sentido de la vida. Me ayudó muchísimo, sobretodo a conocerme a mi mismo y a aceptarme, y darme coraje para seguir adelante y ser mejor persona.
Si nos miramos a nosotros mismos desde afuera podemos reconocer lo valiente que fuimos, lo suficientemente fuerte para soportar las cosas que nos tocó vivir. Eso nos puede dar más fuerzas todavía para cambiar de nuestra vida lo que queramos, porque como seres pensantes tenemos ese poder de decisión.
No es nada fácil, sólo hay que tener seguridad en que se puede.
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