Siempre me ha gustado ese eufemismo de "sobredosis accidental". Sí, verá usted, me he tomado 40 pastillas... ¡pero sin querer!
La pregunta que corona este topic no se la deberían hacer sólo los fóbicos o la gente con cualquier trastorno, incapacidad, etc., etc. El mismo kiosquero que te vende el periódico podría hacérsela. ¿Por qué? Puedo hablar por mí: seguro que he querido morirme unas cuantas veces -matarme a lo mejor también-, pero, siendo descreído como soy, prefiero seguir aquí. Seguro que hay muchas cosas que te habrías perdido si te quitas de en medio hace un año, o hace seis meses, o hace diez años... Aunque sea por simple curiosidad, hay que seguir adelante. Eso sí, con todos mis respetos para los que toman esa decisión. Están en su derecho. Pero, ya te digo, hay cosas que te perderías, aunque sean pequeñas, da igual y, de camino, ibas a dejar a un buen puñado de gente muy jodida para los restos. Amigos, padres, hermanos, primos... Quienes sean...
Tiendo a pensar que la mayoría de los suicidios no son decisiones demasiado meditadas -como sí podía serlo el de Ramón Sampedro... aunque, fíjate, ahora con internet y whatsapp no se aburriría tanto!!- y, por lo tanto, se evitarían si la persona pudiera serenarse durante diez segundos y pedir ayuda. A menudo son consecuencia de estados de ansiedad brutales, y otra cosa a lo mejor no, pero la ansiedad sí que se puede combatir... Aunque sea metiéndote un tranquilizante para caballo.
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