El problema no está en el interlocutor, aunque la mayoria no nos gusten seguro que tambien los hay que nos caen bien, el problema esta solo en nosotros.
Yo no suelo hablar porque lejos de crearme una sensacion de placidez y bienestar, lo unico que consigo es estar en un sufrimiento constante, pensando en si "el otro" querrá escucharme, tendrá tiempo para escucharme, le estaré aburriendo...
Cuando comienzo a hablar, soy consciente de que en ese momento, el interlocutor deberia callarse, por eso durante los primeros segundos en que hablo estoy a la vez pendiente de si el otro se mantiene callado y muestra interes, o por el contrario empieza a hablar él cortandome. Supongo que al estar pendiente del otro, pues baja mi tono de voz y se reduce mi concentración, haciendo logicamente que el otro empieze a hablar y no dé interés a lo que en ese momento estoy diciendo.
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