Mis primeras experiencias discotequeras fueron bastante lamentables, ya que lo que hacía era quedarme en un rincón como un pasmarote sin atreverme a mover un pie
Más adelante ya me dí cuenta de que tomando unas copichuelas perdia un poco (y en ocasiones bastante) la verguenza y me sentía capaz de moverme al ritmo de la musica y mezclarme con los locos saltarines que me rodeaban. Incluso en alguna ocasión me he sentido "valiente" y me he quedado mirando a alguna chica en plan seductor cutre salchichero, o me he puesto a bailar a poca distancia suya (hasta que la chica se daba cuenta de mi presencia, y yo me alejaba con disimulo) Aunque nunca he llegado a ligar en una disco (no creo tener el físico apropiado para ello)
En ocasiones me he aburrido mucho, en otras me lo he pasado realmente bien, pero siempre han sido experiencias interesantes (quizá por lo poco habitual)