Por él las puestas de sol y las madrugadas,
por él los sueños de amor y las noches amargas,
por él las palabras bellas, las dulces canciones,
el llanto, la risa, el abrazo, las cavilaciones...
Por él cada despetar, cada sentimiento...
las flores, la música, el mar, la lluvia, y el viento...
la luz, el color, el fuego, la tierra, y el agua...
azules y grises recuerdos, el cuerpo y el alma...
Por él fue el amor y el odio, la paz y el tormento...
por él la ilusión y el gozo de vivir queriendo,
por él sigue viva la estrella que guía mis pasos;
por él no me desmorono ante los fracasos.
Por él miro siempre el sol desde mi ventana,
por él tengo aún ilusión en el fondo del alma.
Por él me imagino el cielo como un beso eterno,
por él me pongo a cantar aunque esté sufriendo.
Por él mi contradicción y los disvaríos,
por él cada sin sabor, cada sin sentido;
las lágrimas, las puñaladas, también las caricias;
los celos, la furia callada, mi mejor sonrisa.
Por él mis aspiraciones y mi fantasía;
por él mis desolaciones y mi alegría;
suspiros, corazón, pasión, poema y plegaria,
y todo lo que no se puede decir con palabras.