Yo no sé porque a algunas personas les cuesta llorar, quizás tenga que ver con eso de que los hombres no lloran. Bah… no sé, pero lo que si sé es que he llorado mientras leía tu poesía. Es muy fuerte el sentimiento plasmado y eso llega. O quizás yo tenga lágrimas para regalar. Como dijo acertadamente Nicole, la poesía es una forma de llorar y tal vez sea mucho más intensa que la que hacemos mediante las lágrimas. Por eso y porque tengo ganas
, te dejo dos poemas de regalo-recuerdo. Hoy me tocaron tus palabras,
xos, y espero que encuentres muy pronto ese camino para liberar tu dolor.
Aquí te dejo dos poemas personales y conste que no sos el único del foro que escribe. ¡HE DICHO!
Aquella lejana casa en donde bailan los recuerdos
Escucha, son los latigazos del invierno,
los perros, los cansancios que pervierten,
son los mejores días que se van coleccionando.
Escucha, amor, la glorieta,
la casa que apenas balbucea
tu nombre entre sus sombras.
Porque así son los recuerdos,
infértiles, desesperados,
se van, se pierden.
No más noches sobre la ventana.
Hemos perdido el brillo
detrás de los carteles.
Escucha, el mar te está buscando,
sus manos de agua te convienen.
Se juntaron los silencios
en una sola sala,
¿lo ves, lo sientes?
Corazón mío
Recuerda, corazón, corazón mío,
la imborrable manera de no hacerse,
ese destino de romperse hacia dentro,
esa pequeña aurora que te despierta
y ahí estás,
desnudo de todos los males,
tan francamente lejano de esta tierra,
porque te sabes ángel y nosotros
ni siquiera podemos mirarte
con la dulzura
que exigen tus ojos,
tus bellos modales
y tu conciencia.
Si apenas te quiebras de nada,
si apenas alguien te nombra,
te descompones y estallas
contra la noche blanca,
contra la vida lenta,
y nosotros ni siquiera
podemos mirarte.
Corazón mío, despierta.