Mi última paranoia se basa en esto. Empecé este año a estudiar un nuevo idioma en una escuela. Al principio todo normal, me parecía un profe (y un ser humano en general) del montón, pero al cabo de un mes empecé a sentir cierta atracción hacia él por una serie de motivos:
- enseña bien, no es el típico maestro amargado y desmotivado
- se me hacía simpático y es de buen trato con los alumnos, lo cual lograba que yo me sintiera cómoda en clase e incluso me reía y me lo pasaba bien, hasta cuando me hacía bromas delante de las 12 personas que debemos de ser en clase
- durante un par de semanas se estuvo preocupando por mí, pasé una de mis depresiones temporales e iba con mala cara a clase, habiendo dormido extremadamente poco y triste. Me preguntaba si estaba bien, si tenía problemas y si necesitaba hablar. Obviamente, mentí y le dije que estaba bien, que no era nada. Claro, no iba a soltarle al pobre hombre: ¿sabes que tienes una alumna depresiva?
- me perdí una clase porque estuve unos días en el extranjero, y al volver, cuando acabó la clase, me pilló por banda y me preguntó por mi viaje, que si había nevado mucho, que qué había estado haciendo, etc...
- hubo una temporada en la que se inició entre nosotros una batalla adolescente de miraditas y sonrisitas
- claro está que, a parte de los anteriores puntos, le encuentro atractivo.
De un día para otro, todas esas atenciones y chuminadas "amorosas" desaparecieron por su parte. Esto lo entiendo, en el hipotético caso de que yo le gustara, obviamente no pondría en juego su trabajo (me saca cinco años y yo tengo 22, o sea, no es que yo sea menor y el un hombre de 40), pero comprendo que sería un follón.
En cuanto a mí, pues ahora es raro que no me ponga colorada o me muera de vergüenza cada vez que me toca responder algo, me da corte hasta darle los buenos días cuando entro en el aula.
Debida a mi misantropía y a mis intermitentes fobias no vivo muchas historias del estilo. Ya tengo totalmente quitada de la cabeza la idea de que le guste y cosas de estas, así que ahora lo considero como un amorcillo platónico como el que tenía con 15 años con Johnny Depp, pero es que ahora es un martirio tener que ir a clase...
¿Tengo remedio? ¿Alguien más ha sentido atracción por un profesor/a?