Yo nunca pediría trabajo, los empresarios son como pirañas, te desollarían vivo hasta poder zamparse tus entrañas. Además, ahora mismo no es demasiado probable conseguir un puesto de trabajo.
Lo que aprendí en un curso de Inserción Laboral (¡menuda chorrada!) es que debes resaltar en tu currículum todos tus puntos fuertes y evitar especificar cualquier cosa que te pueda comprometer. Pero, por encima de todo, se encuentra que el empleo te guste, se amolde a ti. Entonces tu entusiasmo se transmitirá al contratador.