Te voy a decir cómo me afecta a mi. Llego al cole por las mañanas a dejar a mi hijo, y todas las madres hacen un corro. Y yo me quedo a un lado. A veces me gustaría ponerme a charlar con ellas, pero ... va a ser que no lo puedo soportar. Vas a recogerle y es lo mismo. Vas a los cumpleaños y lo mismo de lo mismo. La semana pasada fui al festival de fin de curso y todas estaban juntas, comentando y pasandoselo la mar de bien, y yo me quedé en un rincón intentando pasar desapercibida. Y así día tras día. Si tienes la "mala" suerte de que te inviten a un cumpleaños, ya sabes lo que te toca, llevar al niño a un sitio donde no puedes hablar con nadie porque te dan los sudores y como sabes que todos están hablando de ti y de lo rara que eres, pues disimulas como puedes, además que seguro que el regalo que traes no les va a gustar. Y lo más jodido no es eso, lo más jodido es cuando te das cuenta de que tu hijo al principio no quiere jugar con los otros niños porque dice que le da vergüenza y te maldices una y otra vez porque te das cuenta de que esa maldita parte de tu genética es la que ha heredado, y te comes la cabeza pensando que el día de mañana él va a sufrir lo que estás sufriendo tu. Yo intento recordarle una y otra vez lo mucho que vale, lo bien que dibuja, lo guapo que es... todo lo contrario de lo que recuerdo que hacía mi madre, que nunca encontraba nada bueno en mi, que vaya pelo más asqueroso tienes, no como tu amiga fulanita que lo tiene precioso, que si no vales para nada, que si tu eso no lo sabes hacer. ..
Así más o menos es como lo afronto yo, cagada de miedo y deseando que mi hijo no pase por esto. Y te juro que me cuesta horrores cuando por detalles veo que el pobre va por mi camino.
Y de paso aprovecho para decir que he encontrado este foro por casualidad (benditos buscadores), siempre he notado que soy diferente, que soy rara, y estoy leyendo por aquí muchas cosas que me hacen sentir como si lo hubiera escrito yo. No tengo ni idea de si esto es realmente lo que tengo yo, pero quiero pensar que si, quizá es la manera de darme el pequeño consuelo de que en el fondo no es que sea una tia rara, sino que estoy enferma. Lástima que es un poco tarde a mi edad para descubrirlo, quizá si lo hubiera sospechado antes, ahora no estaría como estoy.
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