El asunto no es NO tener miedo... yo sentí TERROR, pero lo mismo me arriesgué. Y lo hice porque llegué a tocar fondo de tal manera que empecé a pensar que nada puede ser realmente PEOR de lo que yo ya me imagino. He descartado el suicidio, no sólo por ser inútil, sino porque además sé que dañaría a las personas que me estiman y aunque a menudo no haya buena relación con ellas tampoco quiero hacerles daño. Además siendo mi vida un fracaso el suicidio no sería más que confirmar el fracaso en vez de tratar de superarlo...
Pero como siempre hay algo de "kamikaze" en mí... el riesgo que corrí también pudo ser fatal, no sólo por si fracasaba me iban a dar ganas de suicidarme, sino también porque sufro de un problema cardíaco y literalmente la exposición podría matarme. ¿Quién necesita esforzarse en planear y/o ejecutar un suicidio teniendo un "verdugo" al servicio?
En fin.. era A TODO O NADA, y así comprobé que me hacía el bocho al vicio.
De verdad lo que yo imaginaba era mucho peor que la realidad o el posible riesgo a correr. Siempre es así, justamente porque las fobias son miedos desproporcionados, pero por el mismo miedo al miedo no nos animamos a salir del terror. Contradictorio... así somos.
Yendo al tema de las fiestas, a mí tampoco me gustan, pero tienen ventajas y a veces es conveniente ir por cuestiones de trabajo o sociales. Lo que sí me gusta de las fiestas es la comida (o la bebida) y que no es lugar ni momento para que te rompan las bolas con reproches ni cosas serias en general. Hay que intentar sacarles el mayor provecho hasta a las situaciones que menos nos agradan porque, si no, hasta nos amargamos el doble. Por el futuro que me espera en lo profesional me veo venir muchos eventos sociales... así que me los voy a tener que bancar. Prefiero eso y no ser mantenida por mis viejos toda la vida.
¡A enfrentar el miedo!