Ayer fui a la ciudad (vivo solo en el campo, felizmente con mi fobia social que no se manifiesta mientras no entre en contacto con gente.)
Ya digo, me propuse el autoanálisis para ver cuál era el proceso por el cual me iva convitiendo paulatinamente en un gilipoyas. Quisiera compartir mis autoobservaciones por si alguien se siente identificado. De antemano digo que no encuentro modo de cura.
Voy a la estación. Me meto en el tren que va a la ciudad, me siento.
1. Mi mirada rehuye sistemáticamente la de otros.
Luego comienzo a mirar más el paisaje por la ventana, luego me AUTOCONDICIONO.
Esto me lleva a reflexionar, "poco a poco esta salida del juego intelectual normal te hará cometer fallos".
Efectivamente, pasadas varias horas comienzo a sentirme cabreado. Y es que estoy harto de no poder ser normal. La rabia no importará. Comenzaré a cometer fallos intelectuales, producto del autocondicionamiento. Mierda de vida. Y eso a pesar de comprender que, en el fondo, sólo soy un pobre "pasmado". ¿Cómo definir cuando uno es simplemente lento, parado, demasiado parado como para tener pareja, parado, demasiado parado como para eyacular en los quince minutos que una prostituta te permitirá por el precio que has pagado y que no podrás pagar más. A la larga la amargura es definitiva. Un tío así de lento, de pasmado, qué tiene que hacer?