Cita:
Iniciado por observador76
Pues eso, que lo he hablado con varias personas y todos parecen coincidir en que para solucionar la fobia social/timidez/etc la solución es:
- partir bocas cuando te miran mal, cuando te llevan la contraria o se meten contigo, etc.
- tratar a las tias como zorras/putas, aunque parezca raro así te acaban respetando más. Follarse al mayor número posible.
parece una solución muy drástica, pero ¿alguien lo ha probado? ¿qué opináis?
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¡Momento, momento! ¡Escuchad, muchedumbre enardecida; y bajad vuestras antorchas y vuestras horquillas! Puede que este hombre al que persiguen haya hablado mal delante de vosotros, provocandoos con sus torpes palabras esta terrible furia en la que ahora os veis envueltos. ¡Pero escuchadme a mi, puesto que este hombre no es apto para expresarse con claridad!
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A ver.. un minuto. Ajam, ya veo...) Hermanos! podréis acabar con él por lo que ha dicho en el segundo punto, puesto que tal aberración no merece ser perdonada ni siquiera en consideración de la más elevada ineptitud. Pero antes retirad vuestra furia por un momento y escuchadme respecto a lo que éste sujeto ha mencionado en primer lugar:
Varones hermanos, ¿alguna ves habéis sido víctimas de la violencia de otro hombre el cual aprovechábase de vuestros miedos? ¿Acaso nunca habéis sentido la ira en vuestro corazón, a la ves que la desesperación de no ser capáz de responder a tal agresión? ¿Nunca vuestro puño se cerró con fuerza, mientras las lágrimas corrían y vuestro cuello se hinchaba, en muestra de la terrible furia que os producía lamentaros por no haberos abalanzado y azotado sin descanso al malhechor? ¿No fue vuestro honor mancillado, vuestra dignidad pisoteada? ¿Nunca os han lanzado improperios que de cierto merecían vuestra fiera reacción, pero que a causa del miedo acabaron por amargar aún más a vuestro maltrecho corazón?
Nuestro hombre sólo ha dicho pues, aunque con torpes palabras: ¡Levantaros y defenderos con valor! ¡Enalteceros frente a los que os injurian, demostradles que no quedarán impunes sus afrentas!
Con esto, hermanos míos, no se debe caer en el error e interpretar que en aquellas palabras se alberga el espíritu de la violencia desalmada y la sinrazón. No todas las afrentas son merecedoras de atención, y menos aún del uso de la fuerza. Si os miran mal retirad la vista, no sois unos salvajes. Pero si os abofetean y escupen en vuestra faz; ¿Os quedaréis de pié como unos cobardes?
Dicho ya todo esto, mis queridos compañeros; podéis desollarlo públicamente. Sus dichos contra nuestras amadas mujeres no merecen piedad alguna... ¡A él!