A mi me pasa igual. Por no querer admitir que no sabía nadar me tiré a una piscina olímpica sin saber nadar. Lo bueno fué que en ese mismo instante aprendí a nadar. Sólo lo saben los más allegados a mi.
Pero eso no es todo,aquí viene lo mejor: la causa de tal ataque de orgullo jilipollas fué que había muchas chicas allí y yo no iba a quedar mal delante de ellas!
Por supuesto yo entonces tenía unos 7-8 años y ya me sacaban de quicio las chicas... endevé... Lo bueno es que así fué como aprendí a nadar. La hostia.
Es una especie de chulería contra el sentimiento de inferioridad o algo así..