Yo conseguí bailar sin excesiva vergüenza, en un chiringuito de playa, en los veranos en que tuve de 15 a 17 años... después de eso, si alguna vez me llevaron arrastrada a algún local, o había el típico baile de boda, yo también me apalancaba mirando al resto y aguantando los comentarios de los demás en cuanto a “pues vaya sosa”, “contigo no hay quién vaya a ningún lado” y similares...
Lo bueno del caso es que si yo estaba sola en casa (completamente sola, lo cual no era nada habitual), entonces sí intentaba bailotear delante del televisor o escuchando la radio, pero en cuanto hubiera alguien... yo es que ni tarareaba.
Yo no bailaba ni por todo el oro del mundo hasta... exactamente el 14 de febrero de este año (no lo olvidaré, está en mi lista de momentos memorables contra la FS). Habiéndole explicado por encima lo de la FS, que me moría de vergüenza solo de pensarlo pero que quería atreverme a probar y tras avisarle que quizás tuviéramos que salir corriendo nada más llegar por un ataque de ansiedad... mi maravillosa cuñada me llevó con una amiga suya a bailar. Las tres. Sólo necesité una copa y pensar que nadie me estaba viendo. Cerré los ojos y bailé para mí como cuando estaba sola. ¡A las seis de la mañana aún no quería irme! ¡Fue genial!
Después de eso lo he conseguido más veces algún fin de semana saliendo con unos amigos también con FS pero que no les afecta en ese sentido... al principio necesité alguna copa aunque nunca he tomado más de tres en toda la noche, pero el último sábado lo conseguí sin haber bebido absolutamente nada.
No me lo podía creer!!! Ya paso de lo que opinen de mí bailando en una discoteca!
Próximo afrontamiento: este mismo sábado. Es la boda de mi hermano y tendré a toda la familia delante...
Espero poder pasar de ellos ampliamente...