Pienso que una parte considerable de las personas que pululan por este foro lo harían, pero que ni ellos lo saben. A veces la imaginación no es un referente de conducta preciso: puedes imaginarte cómo actuarías delante de una chica tirándote lo tejos y tratando de llevarte al catre, pero en el momento de la verdad se te pueden cruzar los cables y ¡zasca! ¿Qué ha pasado aquí?
Además de que supone un dilema que tienes que afrontar de manera presencial. ¿Qué hacer, dejarse llevar aunque esto se escape al ideal que teníamos, o se fiel a un sueño que tal vez nunca se cumplirá? Ese es el dilema, hacerlo o no hacerlo, y no hay mucho tiempo para decidirse. Yo ya estuve en una situación así y tomé mi decisión (pero recuerdo a todas mis neuronas chillándome cada cual una cosa distinta como pollas en un gallinero), así que nada, a seguir imaginándome cómo son los besos, abrazos y demás rozamientos y frungimientos.