buff, a mí me afecta mucho, muchísimo anímicamente. El primer instante del día, al abrir la ventana de mi habitación, es crucial: que haga sol o que esté nublado puede ser determinante.
Sin embargo, luego tengo la paradoja de que el calor me pone tediosa, y el fresquito me hace estar activa -supongo que esto es normal, en términos físicos-. Luego, así las cosas, creo que debería vivir en las islas canarias, jajja
|