En mi país existe un peculiar término para designar a las personas que no salen de su casa, no tienen muchas amistades, no salen a fiestas y "no tienen calle". Se les dice
"sanos" o
"sanazos", y se usa como sinónimo de "tarado". Según la visión imperante en la sociedad es normal que aquel que presente las particularidades anteriormente mencionadas sea objeto de escarnio.
En efecto, como tú mismo señalas, la gente normal nos suele ver como tarados. ¡Para mí los tarados son ellos!
¿Por qué tenemos que creer lo que nos puedan decir? ¿Es lógico hacerles caso a unos subnormales prejuiciosos? ¡Qué se vayan a la mierda! ¡Hay que andar con orgullo y con la frente bien en alto!
Cita:
Iniciado por Gusanos
Yo creo que por generalizar hay dos tipos de fóbicos, el que aún quiere amigos y ser normal y por ende tiene otros comportamientos, como el de pesado (o esa percepción, que viene de la preocupación por ser aceptado y etc), y el otro que ya tiende a sentirse levemente (o no tanto, según el sujeto) superior simplemente porque no se ve una fotocopia incluso con tantos defectos como pueda tener o etc y se comporta de forma menos "sumisa" y sin tantas ganas de agradar.
|
El primer grupo es un fóbico puro que sufre (nunca mejor empleada la palabra) la fobia. Sufre por el constante deseo de ser aceptado, de ser "normal". Paradójicamente todo esto lo empuja a mostrarse aún más temeroso en extremo, acoquinado e inseguro.
El segundo grupo es el
überfóbico , aquel que está orgulloso de ser como es. Aprecia aquello que lo hace diferente al resto, aprecia sus gustos y su espacio; en otras palabras: se aprecia a sí mismo. Cuando esto sucede la timidez extrema y la inseguridad que pudo tener comienzan a menguar.
No hay mucho misterio del porqué se da esta situación. Si en algo están de acuerdo la gran mayoría psicólogos es que la buena autoestima es una excelente forma de hacerle frente al miedo.
Naturalmente, soy más del segundo grupo. Es cierto que existen situaciones específicas que no me sientan nada bien y hacen que muestre una parte más ansiosa e insegura de mí; sin embargo, procuro siempre actuar con seguridad y minimizando las críticas negativas que puedan hacerme. Al fin y al cabo, ¿en qué me podría dañar lo que unos subnormales digan de mí?
Cita:
Iniciado por Gusanos
Yo soy un poco así, (caigo mal normalmente o canso, en la calle por rara, impulsiva, hiperactiva y en internet por dar por culo, hasta me llaman troll cuando no voy por ahí... y en otros bichos desarrollo obsesiones positivas: ? bastante graves, vamos, de extremo a extremo) en según qué situaciones o con según qué gente, pero jamás han intentado meterse conmigo o algo siendo así (además porque saben que se comen una hostia), en cambio cuando era más calladita y tímida era bastante constante.
|
Es interesante lo que mencionas. Como lo mío no va tanto por el lado de la timidez, yo, a veces, puedo actuar de una manera que es percibida como impulsiva. Con el mayor desparpajo y sin importarme lo que opinen de mí soy capaz de hacer cosas que son vistas como excéntricas y que incluso harían sonrojar a la gente normal. Igualmente, no me aguanto pulgas y a la primera que se meten conmigo me he trenzado a golpes. Esto último me ha pasado varias veces; supongo que me verán - como dicen en mi país -
"sanazo". Si alguien que tiene aquel típico prejuicio de ver a los introvertidos como tímidos, medrosos e inseguros; mientras que ve a los extrovertidos como valientes, arrojados y seguros, al ver mí actuar en ese preciso momento podría tildarme de extrovertido. No obstante, yo me veo más con una personalidad introvertida, y supongo que "en mi estado común" el resto de gente también lo ve así (por lo que sé me ven antisocial/raro/aburrido/excéntrico/tranquilo/apático/serio, aunque suene medio contradictorio alguno de los epítetos antedichos). Y ahí viene lo gracioso, que la gente no se espera que alguien como yo pueda actuar de la manera que lo hago, piensan que porque soy antisocial debo ser sumamente tímido y sumiso, por lo que cuando respondo se quedan patidifusos (y con un buen puñetazo en la cara
, si se da el caso). ¡Qué se jodan!