A ver, chicos... la solución definitiva a las Nocheviejas solitarias es:
¡Montar la fiesta en casa!
Imagináos... la mesa del comedor, con el mantel lleno de migas y restos de la cena de Nochevieja, vasos con diferentes bebidas alcohólicas, recuerdo de la partidita de mus que jugasteis con vuestros familiares, una latita de uvas medio llena (¡¡¡seamos positivos!!!), un matasuegras y dos máscaras del cotillón. Un paisaje desolador. Y ahora me quedo en casa, y ahora no salgo, y nadie quiere estar conmigo, y las chicas a casa no van a venir, y me ahogo en un vaso de Champín...
Opciones:
1. Para fóbicos a tiempo parcial, mediopensionistas, "lo estoy dejando":
Invitad a la chavalada a vuestra casa, no seáis roñas. No hace falta que presentéis canapes de caviar beluga que ya estáis cenados. Con unas mirindas y unos ganchitos nos vale...
¿Quién no tiene un mísero mp3 y unos altavoces? ¡Que ruja la música! Los vecinos no van a protestar, no son fóbicos y han olvidado sus miserias bajo litros de alcohol en algún tugurio. Por tanto, en casa no andarán.
La fiesta de Nochevieja ideal... y si es con Scarlet ni te cuento.
El karaoke. Los japoneses lo inventaron, con Operación Triunfo se masificó y ahora vive un período de vacas flacas totalmente incomprensible. ¿O tal vez no? Siguen existiendo programas de "cantarines" en la TV y siempre habrá una excusa para poner el grito en el cielo. ¡Quién canta, su mal espanta! Haced caso de los viejos refranes. Además, no tenéis peligro de estropear el clima. ¡Estamos en invierno! Peor no puede estar.
Esos juegos de mesa que os trajeron el año pasado pueden tener su segunda (yo diría más bien primera) oportunidad. Un revival que se puede remontar a los Juegos Reunidos, pasando por el Petropolis, el Imperio Cobra, la ruleta o esa "cosa" que ha inventado Jesus Calleja (¡¡¡sí, el de la Cuatro tiene juego de mesa!!!), tan extrema, tan extrema como mear en unos baños públicos sin echar el cerrojo.
El Calleja bien sabe cómo pasar la Nochevieja... ¡¡¡Esa escenita no sale en su juego!!!
2. Para fóbicos a full, depresivos sin o con causa,
Dejad de levantar el puño, declamando la famosa frase de "Lo que el viento se llevo": "Juro por Dios que jamás volveré a pasar hambre". Eso lo primero.
Después poneos vuestra músiquita y un copaso (vamos, igual a lo que ya hacéis actualmente). Con un vodkita + lima se ve todo de otra manera.
Elegid dejar de pensar en los amigos, lo bien que se lo estarán pasando, lo mucho que ligarán... (estamos en España, aquí no liga ni Paquirrín). Pensad en lo que os estáis ahorrando... los chicos, no oír conversaciones tan profundas como aquellas en que se narra la importante disciplina de combinar la pared verde pistacho del dormitorio con la cama Hemnes de Ikea... las chicas, en cambio, os evitáis conocer algo más sobre el estado de ánimo de CR7 o cuantos tiros hay que emplear para matar a un zombie vestido de nazi. A veces compartir vivencias entre sexos puede ser esclarecedor y enriquecedor pero otras resulta un coñazo infumable.
¡Que alguien me ayude! ¡Le maté de aburrimiento!
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Danimotero: "Pues a mi no me hace ni p******a gracia"
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