No ser aceptado, no gustar o no ser querido por la gente que te importa
Cuando te desprecias por no gustar a alguien, por ejemplo, puesto que además crees que tienes que gustar, te saldrás de tu camino para conseguir gustar a esa persona. Así, puede que sacrifiques tus propios intereses para gustarle, lo que posiblemente no harías si no te despreciaras por no gustar. Si tienes esa tendencia por no ser aceptado, por no gustar o no ser querido, entonces harás todo lo posible para ser aceptado antes de que haya la mínima posibilidad de que no le gustes a la otra persona. De este modo, puede que intentes congraciarte con personas que acabas de conocer, una táctica que a veces sale mal porque a algunas personas no les gustará tu comportamiento halagador, mientras que les podrías haber gustado si hubieras sido más sincero con ellos.
Acéptate a ti mismo, Dr. Windy Dryden