A los chicos desde pequeños nos obligaban de cierta forma a aguantarnos esas ganas de llorar. Pero cuando estamos en un estado en el que querríamos poder expresar ese sentimiento, nos hemos dado cuenta que lo hemos perdido, y a veces esos sentimientos se acaban expresando en forma de violencia.
En mi caso, últimamente me da por golpear la pared
, para que de esta forma, el dolor acabe siendo físico, y suplante al emocional, y eso que suelo ser una persona tranquila y pacífica...
Pero es demasiada la rabia que da el no poder echar ni una sola lágrima aunque te encuentres bastante mal emocionalmente.