Escribí este poema pensando en la gente que vive esta vida sin verla realmente como es.
Esa luz lejana que diviso en las mañanas
Esa luz que disipa la neblina de mis ojos
Rocío de verdes mañanas que caen de mi mirada
Heladas lágrimas de agua en deshielo
Tiendo mis dos manos y sueño con alcanzar las tuyas.
Mundo, no cierres mis ojos
Convierte mi corazón en una luz infinita
No dejes que me consuma y me deshiele
No dejes que mi espíritu de hielo se derrita, y mis ojos se oscurescan, y mis manos dejen de estar tendidas...
No... no dejes que mi corazón se apague
Esparce tu fría e intensa luz conmovedora en nuestros pensamientos
No... no dejes que nos sigamos distanciando y que la luz de tu alma se extinga frente a nuestros ojos
...no dejes que la neblina me deshiele.