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05-ene-2007
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A veces para vencer eso es necesario hacer justo aquello que da terror que ocurra, un poco como para terminar inmunizándose al darse cuenta que el mundo no se acaba por eso. Un ejemplo tonto: si te da terror que te vean como alguien infantil ándate en un autobús leyendo una revista de caricaturas o por la calle con una camisa que "supuestamente" te etiquete como tal ¿vas a ser otra persona por eso? No, seguirías siendo la misma pero te obligarías a separar lo que las personas piensan de tí (esos extraños que al fin y al cabo ni le importan a uno ni uno les importa a ellos) de lo que en definitiva eres. Yo una vez hice eso adrede, me metí en un autobús y me puse a leer un libro de Snoopy y a hacer gestos como si fuera un retrasado mental que lo divertían los dibujitos (todavía me acuerdo de eso y me río) y hasta despegué la etiqueta del precio y la coloqué en el espaldar del asiento de enfrente como un niño de 4 años. Una señora que estaba al lado mío estaba un poco tensa y me acuerdo que disimuladamente despegó la etiqueta pensando: "este pobre muchacho retrasado quien lo habrá dejado salir solo de su casa, por el amor de Dios". Y si hubiese habido ahí alguien que me conociera ahí si es verdad: hubiesen dicho que me volví loco solo porque no conocían mis motivos. Claro, fue un experimento interesante y valió la pena hacerlo aunque no creo que lo repetiría. Pero valió la pena porque yo siempre actué de una forma excesivamente madura, pareciendo un pequeño filósofo y que se yo que más cosas y eso me había creado una rigidez que me estaba matando y me resultaba imposible salirme de ese guión sobretodo porque había una parte de mi que sentía que eso generaba reconocimiento de los otros.
Pero aunque me quedan muchos elementos que pulir (uuf, que si no) esas pequeñas (y muy cómicas por cierto) terapias de choque a veces son muy liberadoras porque lo que conseguí al hacer que pensaran que era algo que yo se que no soy (un retrasado mental) ayudó a que esa pauta de pensamiento que tu mencionas ("yo soy lo que los demás piensan que soy") en gran parte se viniese al suelo. Y ahora el teatro, que se basa más o menos en lo mismo pero en un ambiente "controlado", me lo ha confirmado.
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05-ene-2007
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Me parece muy interesante tu experimento Victorache. A mi tb me vendría bien hacer algo así aunque no se si me atrevería. Yo a veces tb he pensado algo de eso, en ir a la calle por ejemplo vestida de superpija (cosa que no soy y me da miedo que piensen) para darme cuenta que no pasa nada, que yo sigo siendo la misma.
Aranchita: yo es que ya fui a terapias cognitivo-conductuales y no me funcionaron, quizás di con malos psicólogos.
Saludos
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06-ene-2007
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Pues a mí me parece válida la idea de Lucía26.
Efectivamente, no solemos ser tan importantes para los demás como muchas veces creemos. Para muy pocas personas tenemos alguna importancia (y quizá no tanta como nos imaginamos).
Pensar eso te libera en buena medida: tus actos dejan de estar sometidos a una presión paralizante porque nos damos cuenta de que la mayoría de la gente está pensando en muchas otras cosas: problemas personales, o cosas importantes para ellos. Vamos, que tú sólo eres una de tantas cosas más que pasan en ese momento fugaz por sus cabezas. Quizá, ni siquiera te están prestando verdadera atención. De hecho, lo raro es que te la presten, y en el caso de que lo hagan, dura poco tiempo.
Parece ser una cosa más escasa de lo que creemos, la atención.
Sobre la búsqueda de aprobación: veo una pequeña paradoja en lo descrito por Dyer. En ese libro vi varias. Y aunque coincido con muchos en que contiene interesantes análisis, a veces, sentí que no llegaba al fondo de las cuestiones.
Si alguien que no busca aprobación de ninguna manera, la consigue: ¿no está fracasando en sus objetivos, de alguna forma?
Podríamos decir que está obteniendo un efecto secundario indeseado.
No sería esa, entonces, una forma de actuar óptima, pues sigue habiendo disonancia entre objetivos, actos y consecuciones.
Para no contradecirse a sí mismo, ni ser hipócrita, tendría que modificar su conducta de manera que no diera como resultado, aunque sea secundario, algo que no desea; a no ser, claro, que en realidad sí admita alguna aprobación. Con lo cual, el planteamiento habría que realizarlo de otra manera.
Deduzco de todo ello que lo más sano es admitir que nos gusta la aprobación, pero sin hacer de ella el objetivo principal de nuestros actos. O sea, que si viene la aprobación mientras dedicamos nuestra vida a objetivos más importantes, no nos va a desagradar. El término medio que siempre han dicho los sabios.
Aún es posible un análisis más relativista del asunto. A ver si me animo otro día a concretarlo en palabras.
Para terminar, pienso que la búsqueda 'nostra'* de aprobación insana -o neurótica- puede provenir de una autoimagen y autoestima deficientes -interiorización de un exceso de negación- construida en nuestros primeros años, por muchos motivos, la mayoría relacionados con lo afectivo. No sé qué pensáis de esto.
P.D.: Yo también he estado en psicólogos cognitivos-conductales con malos resultados. ¿Malos profesionales, o yo, que no puse suficiente de mi parte?. Quizá la respuesta esté, de nuevo, en el medio: quizá un mal profesional (o inexperto) no ayuda a que pongas de tu parte, y viceversa, el no ver avances puede volver a un profesional impaciente. De ahí, la importancia de la confianza entre psicoterapeuta y paciente.
Otras veces, dudo simplemente de que esa psicoterapia sea adecuada para todos. Aunque la parte cognitiva no está mal.
*nuestra, la de fóbicos s. y cía.
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06-ene-2007
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una cosa es que siente bien y otra es que la necesites: si necesitas aprobación ajena, no te la mereces
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06-ene-2007
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Hola mentegato. Otra deficiencia de la teoria de las zonas erróneas es que el autor propone no buscar aprobación para poder conseguirla, lo que él llama que es paradójico. Pero estamos en las mismas, se trata de otra estrategia para poder conseguirla, lo que pasa que es una estrategia opuesta, pero el objetivo último sigue siendo conseguir la aprobación. Yo tb pienso que no llega al fondo de las cuestiones.
Yo creo que hay que admitir no solo que nos gusta la aprobación sino que la necesitamos. Porque gustar le gusta a todo el mundo. Pero que no hay que sentirse culpable por ello, solo con ser consciente de ello ya es bastante y reirse un poco d uno mismo.
Es un problema de autoestima sí. Cuando la autoestima sube ya no es necesaria esa búsqueda de aprobación. El origen es la educación, claro. Pero bueno, buscar el por qué uno es así tampoco tinee tanta importancia. Imagino que es lo que tu dices, de pequeños no nos valoraron lo que hacíamos bien y en cambio nos resaltaban lo que haciamos mal.
En cuanto a eso que dices de los profesionales, yo tb veo la importancia de la confianza con el terapeuta. Lo que pasa en el caso de los fóbicos sociales es muy dificil coger confianza porque nos da miedo la gente. Pero sí, la mayoria no se preocupan de fomentar esa dependencia o esa confianza entre los dos. Te empiezan a mandar cosas que te cuestan muchisimo al princpio de laterapia cuando no hay ningun vinculo todavía. Yo con la psicologa que estuve mas tiempo, que fueron 3 o 4 meses, no cogí ninguna confianza. Así me fue.
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06-ene-2007
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yo es que creo q es un erro tratar de buscar la aprobación de los demás porque es imposible, inutil,cansado y no sirve para nada, a todos nos gustan que nos aprecien pero no hay que buscarlo como único fin,
en cuanto a los psicólogos yo que he estado en bastantes solo me ha ido bien la cognitivo-conductual eso si hay q poner mucho de nuestra parte,y la confianza es importantisima,la verdad es que creo q un buen profesional tiene q ser buen profesional y buena persona.
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06-ene-2007
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Cita:
Iniciado por lucia26
Hola mentegato. Otra deficiencia de la teoria de las zonas erróneas es que el autor propone no buscar aprobación para poder conseguirla, lo que él llama que es paradójico. Pero estamos en las mismas, se trata de otra estrategia para poder conseguirla, lo que pasa que es una estrategia opuesta, pero el objetivo último sigue siendo conseguir la aprobación. Yo tb pienso que no llega al fondo de las cuestiones.
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Justamente, lo que dice W. Dyer es que buscar aprobación es inútil, que hay que dejar de buscarla y concentrarse en mejorarse a uno mismo y en hacer cosas por motu propio en vez de basarse en la aprobación externa para actuar. Y menciona que generalmente la gente que más aprobación recibe es la que no la busca... pero no es un "manual" para buscar aprobación sino justamente para independizarse de la necesidad de obtenerla. Se entiende?
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06-ene-2007
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Hola Lucia26, la verdad es que me veo muy reflejada en lo que cuentas. Esa es mi manera de socializar: cuando lo hago con personas con las que no tengo una relación estrecha (cajeros de supermercado por ejemplo ) me veo a mi misma intentando siempre agradar, cómo si mi realción con ellos tuviera que pasar de nada a todo. Creo que dado que nos cuesta abrirnos a los demás, inconscientemente pensamos que para que ellos lo hagan con nosotros debemos ser muy amables. Por si te sirve de algo es algo típico en las mujeres con el asperger. Pensamos que para comunicarnos es necesario que en realidad nos tengan mucha estima, de ahí nuestra manera de ser tan amable (y de forma automatica). No creo que necesitemos aprobación, sino que es la manera pensamos necesaria para que se pueda dar la comunicación. Una sobrecompensación al autismo, vamos. Estoy viendo que muchos de mis sintomas son por sobrecompensación. Y sí se da el caso claro que por actuar así, no conseguimos que nos hagan caso (cómo dice W Dyer). Por cierto yo tampoco pensando en la autoestima conseguía cambiar este hábito. Pero ahora que sé lo del Asperger, voy a pensar de otra manera :
- "De verdad creo que para comunicarme y socializar, tengo que ser tan simpática? Si esto me funciona ya vuelvo a creer en la psicología cognitiva... pero aplicada a mi caso de Asperger, dónde estoy viendo que atención y afectividad están muy unidos.
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06-ene-2007
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Sí ernest, se entiende. Es que a mi a veces se me viene a la mente esa parte del libro para actuar de determinada manera, no demostrando excesivamente mi necesidad de aprobación, porque pienso que así precisamente me querrán más. Igual es que he utilizado mal lo que explica en el libro.
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06-ene-2007
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Otra cosa que se me olvidaba, los únicos psicólogos que me han podido ayudar son aquellos que veo suaves de maneras y afectivos. Ahora ya entiendo también mi fracaso con psicólogos más neutros e impersonales. Los veía duros y me costaba entrar en terapia. En el psicoanálisis cómo en realidad no dicen nada, te imaginas que te están escuchando con gusto y no hay ese problema porque enseguida actua esa creencia en una trasnsferencia positiva hacia lo que estás diciendo. Cuando yo veía a la psicóloga "mandona" o fuerte, intransigente en su punto de vista, me era ya imposible confiar en ella y abrirme.
Todo esto lo entiendo desde la diferencia, no pueden tratarme como si no fuera autista. Y es eso lo que pasa cuando no saben/sabes tu diagnostico Asperger.
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