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11-jun-2004
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Consejo amistoso a un montón de jóvenes (Bukowski)
Id al Tibet
montad en camello.
leed la Biblia
teñid vuestros zapatos de azul.
dejaos la barba.
dad la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscribios al Saturday Evening Post
Masticad sólo por el lado izquierdo de la boca
casaos con una mujer que tenga una sola pierna y afeitaos con navaja
y grabad vuestro nombre en el brazo de ella
lavaos los dientes con gasolina
dormid todo el día y trepad a los árboles por la noche.
sed monjes y bebed perdigones y cerveza.
mantened la cabeza bajo el agua y tocad el violín
bailad la danza del vientre delante de velas rosas
matad a vuestro perro
presentaos al Alcalde
vivid en un barril
partios la cabeza con un hacha
plantad tulipanes bajo la lluvia.
Pero no escribáis poesía.
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11-jun-2004
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LLEGARON A TIEMPO (by Bukowski (the fucking amo))
me gusta pensar en escritores como James Joyce
Hemingway, Ambrose Bierce, Faulkner, Sherwood
Anderson, Jeffers, D. H. Lawrence, A. Huxley,
John Fante, Gorki, Turgenev, Dostoievsky, Saroyan,
Villon, incluso Sinclair Lewis, y Hamsun, incluso T. S.
Elliot y Auden, William Carlos Williams y
Stephen Spender y el valiente de Ezra Pound.
me enseñaron tantas cosas que mis padres
nunca me enseñaron, y
también me gusta pensar en Carson McCullers
con su Café Triste y Ojo dorado.
ella me enseñó muchas cosas que mis padres
nunca supieron.
me gustaba leer los libros de tapa dura de las bibliotecas
en su simple encuadernación de biblioteca
azul y verde y marrón y rojo claro
me gustaban los viejos bibliotecarios (varones y mujeres)
que te miraban seriamente
si tosías o te reías muy fuerte,
y aún cuando se parecían a mis padres
en realidad no había ninguna similitud.
ahora ya no leo a estos autores que alguna vez leí
con tanto placer,
pero es bueno pensar en ellos,
y también me
gusta mirar las fotografías de Hart Crane y
Caresse Crosby en Chantilly, 1929
o las fotos de D. H. Lawrence y Frieda
asoleándose en Le Moulin, 1928.
Me gusta ver a André Malraux en su traje de aviador
con un gatito en el pecho y
me gustan las fotos de Artaud en el loquero
Picasso en la playa con sus fuertes piernas
y su cabeza pelada, y también está
D. H. Lawrence ordeñando esa vaca
y Aldous en Saltwood Castle, Kent, Agosto de
1963.
Me gusta pensar en toda esta gente
que me enseñaron tantas cosas que yo
nunca había imaginado antes.
y me enseñaron bien,
muy bien
cuando eso era tan necesario
me mostraron tantas cosas
que nunca creí que fueran posibles.
todos esos amigos
bien adentro de mi sangre
quienes
cuando no había ninguna oportunidad
me dieron una
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11-jun-2004
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NIRVANA (Bukowski otra vez)
sin mucha elección
y casi sin quererlo,
él era un joven
a bordo de un autobús
que cruzaba Carolina del Norte
rumbo a
algún lugar
y empezó a nevar
y el autobús paró
en un café
sobre las colinas y
los pasajeros
entraron.
él se sentó en el mostrador
con los demás,
pidió y le
trajeron su comida,
que estaba particularmente buena
lo mismo que el café.
La camarera no era
como las mujeres que él
había conocido.
No se hacía la interesante,
un humor natural emanaba
de ella.
El cocinero decía
cosas locas.
El lavacopas,
atrás,
se reía
con una risa
limpia
y placentera.
el joven miraba
la nieve a través de las
ventanas.
Quería quedarse
en ese café
para siempre.
Un curioso sentimiento
lo inundó :
que todo
era
bello
ahí,
que todo permanecería
siempre bello
ahí.
entonces el chofer
avisó a los pasajeros
que ya era tiempo de irse.
el joven
pensó, me voy a quedar
aquí, me voy a quedar aquí.
Pero
se levantó y siguió a
los otros hasta
el autobús.
Encontró su asiento
y miró el café
por la ventanillas.
el autobús arrancó,
dobló una curva,
y fue camino abajo,
alejándose de las colinas.
el joven
miraba
hacia adelante.
Los otros pasajeros
charlaban
de otras cosas
leían
o
intentaban
dormir.
no se habían dado cuenta
de la magia.
el joven
puso su cabeza
contra el asiento,
cerró los ojos,
fingió
dormir.
Nada quedaba
sólo escuchar el
sonido
del motor,
el sonido de las
ruedas
en la nieve
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11-jun-2004
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Mi colega (Bukowski, es bueno eh?)
para ser un chico de 21 años en Nueva Orleans yo no valia mucho
la pena: Tenia una pequeña habitacion que olia a
meados y muerte
pero queria estar alli, y habian
dos adorables chicas al final del vestibulo quienes
no paraban de golpear a mi puerta y gritar. "Levantate !
Hay cosas buenas alla afuera !"
"largaros," les decia, pero eso solo las
estimulaba mas, me dejaban notas bajo la puerta y
pegaban flores con cinta adhesiva al
pomo de la puerta
yo estaba metido en vino barato y cerveza verde y
demencia...
conoci al viejo tio de la habitacion de
al lado, de algun modo yo me sentia viejo como
el; sus pies y tobillos estaban hinchados y no podia
atarse los zapatos.
cada dia sobre la una del mediodia saliamos a dar un paseo
juntos y era un paseo muy
lento: cada paso era doloroso para
el.
cuando nos acercabamos al bordillo, yo le ayudaba a
subir y bajar
agarrandole por el codo
y por la parte de atras de su
cinturon, lo conseguiamos.
me gustaba: nunca me cuestiono
sobre que hacia o que dejaba de
hacer.
el deberia de haber sido mi padre, y lo que mas me gustaba
era lo que decia una y
otra vez: "Nada vale la
pena."
era un
sabio
aquellas chicas jovenes deberian
de haberle dejado a el
las notas y las
flores.
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11-jun-2004
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DÍAS COMO NAVAJAS, NOCHES LLENAS DE RATAS (Bukowski)
siendo muchacho dividí en partes iguales el tiempo
entre los bares y las bibliotecas; cómo me las arreglaba para proveerme de
mis otras necesidades es un puzzle; bueno, simplemente no
me preocupaba demasiado por eso-
si tenía un libro o un trago entonces no pensaba demasiado
en otras cosas- los tontos crean su propio
paraíso.
en los bares, pensaba que era rudo, quebraba cosas, peleaba
con otros hombres, etc...
en las bibliotecas era otra cosa: estaba callado, iba
de sala en sala, no leía tantos libros enteros
sino partes de ellos: medicina, geología, literatura y
filosofía. Psicología, matemáticas, historia, otras cosas me
aburrían. Con la música estaba más interesado en la música y en
la vida de los compositores que en los aspectos técnicos...
sin embargo, era con los filósofos con los que me sentía en hermandad:
Schopenhauer y Nietzsche, incluso aquel viejo difícil-de-leer Kant;
encontré que Santayana, bastante popular en aquella época,
cojeaba y era aburrido; con Hegel realmente tenías que escarbarlo, sobre todo
con una resaca; hay muchos de los que leí de los que me he olvidado,
quizás con buena razón, pero recuerdo un tipo que escribió un
libro entero en el que probaba que la luna no estaba allí
y tan bien lo hizo que después pensaba, está
absolutamente en lo cierto, la luna no está allí.
¿cómo cresta va un muchacho dignarse a trabajar
8 horas al día cuando la luna ni siquiera está allí?
¿qué otra cosa
estará faltando?
y no me gustaba la literatura tanto como los críticos
literarios; ellos sí que eran verdaderos aguijones, esos tipos usaban
un lenguaje refinado, hermoso a su manera, para llamar a otros
críticos, otros escritores, unos huevones. Me
subían el ánimo
peor eran los filósofos quienes satisfacían
esa necesidad
que acechaba en alguna parte de mi confuso cráneo: vadeando
por sus excesos y su
vocabulario cuajado
aún me asombraban
saltaban hacia mí
brincaban
con una llameante declaración lúdica que aparecía ser
una verdad absoluta o una **** casi
absoluta verdad,
y esta certeza era la que yo buscaba en una vida
diaria que más bien parecía un pedazo de
cartón.
qué grandes tipos eran esos viejos perros, me ayudaron a atravesar
esos días como navajas y noches llenas de ratas; y mujeres
regateando como martilleros del infierno.
mis hermanos, los filósofos, me hablaban como nadie
venido de las calles o alguna otra parte; llenaban
un inmenso vacío.
Qué buenos muchachos, ah, ¡qué buenos muchachos!
sí las bibliotecas ayudaron; en mi otro templo, los bares,
era otra cosa, más simplista, el
lenguaje y el camino era diferente...
días de bibliotecas, noches de bares.
las noches eran todas parecidas,
hay un tipo sentado cerca, quizás no de
mal aspecto, pero a mí no me parece bien,
hay una horrible muerte allí -pienso en mi padre,
en maestros de escuela, en caras, en las monedas y billetes; en sueños
de asesinos de ojos fríos; bueno,
de alguna forma este tipo y yo llegamos a cruzar miradas
una furia lentamente comienza a acumularse: somos enemigos,
gato y perro, cura y ateo, fuego y agua; la tensión crece,
bloque sobre bloque apilado, esperando el choque; nuestras manos
se abren y cierran, cada uno bebe, ahora, finalmente con un propósito:
su cara se torna hacia mí:
"¿alguna cosa te molesta?"
"sí. tú"
"¿quieres algo
para arreglarla?"
"seguro."
terminamos nuestros tragos, no paramos, nos movemos hacia el
fondo del bar, afuera en el callejón; nos
damos vuelta, mirándonos cara a cara.
le digo, "no hay más que aire entre nosotros. ¿algo
para cerrar el hueco?"
él se precipita hacia mí y de alguna forma es una parte de una parte de la parte.
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11-jun-2004
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como ser un gran escritor (Bukowski)
tienes que follarte a muchas mujeres
bellas mujeres
y escribir unos pocos poemas de amor decentes
y no te preocupes por la edad
y/o los nuevos talentos.
sólo toma más cerveza más y más cerveza.
Ve al hipódromo por lo menos una vez
a la semana
y gana
si es posible.
aprender a ganar es difícil,
cualquier idiota puede ser un buen perdedor.
y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.
no te exijas.
dormí hasta el mediodía.
evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.
acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares
(en 1977).
y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota
ya sea por buenas o malas razones.
un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.
quédate afuera de las iglesias y los bares y los museos
y como las araña sé
paciente,
el tiempo es la cruz de todos.
más
el exilio
la derrota
la traición
toda esa basura.
quédate con la cerveza
la cerveza es continua sangre.
una amante continua.
agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen
más allá de tu ventana
dale duro a esa cosa
dale duro.
haz de eso una pelea de peso pesado.
haz como el toro en la primer embestida.
y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievsky, Hamsun.
si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...
entonces no estás listo
toma más cerveza.
hay tiempo.
y si no hay
está bien
igual.
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11-jun-2004
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UN DIA EXTRAÑO (Bukowski)
era uno de esos calurosos y agobiantes días en Hollywood Park
y una inmensa multitud, una cansadora,
grosera, tonta multitud.
gané en la última carrera y me quedé a recoger el premio
y cuando me subí al auto
había una inmensa congestión de autos intentando
salir de allí.
entonces, me saqué los zapatos, me senté y esperé, prendí la
radio, con suerte encontré música clásica, encontré
un poco de whisky en la guantera, lo destapé
y tome un trago.
dejaré que todos salgan
pensé, después me
voy.
encontré tres cuartos de un cigarro, lo prendí, tomé otro trago
de whisky.
escuchaba la música, fumaba, tomaba del
güisqui y veía a los perdedores
salir.
incluso había por allí un juguetito de mierda
a unas 100 yardas al
este.
entonces aquello
terminó.
decidí terminarme el poco
de trago.
eso hice, me estiré en el
asiento.
no sé cuánto tiempo
dormí
pero al despertar estaba oscuro y
el estacionamiento estaba vacío.
decidí no ponerme los zapatos, encendí el auto
y salí de
allí...
al volver a mi lugar pude escuchar que el teléfono sonaba
mientras metía la llave en la puerta y la abría,
el teléfono seguía
sonando.
caminé, levanté el
teléfono.
"¿diga?"
"hijo de **** ¿dónde has
estado?"
"en el hipódromo"
"¿en el hipódromo? ¡son las 12 y media de la noche!
¡he estado llamándote desde
las 7 de la tarde!"
"recién acabo de llegar del
hipódromo".
"¿tienes una mujer por allá?"
"no"
"¡no te creo!"
y ella colgó.
caminé hacia el refrigerador, saqué una cerveza, fui
al baño, dejé el agua corriendo en la
tina.
terminé la cerveza, saqué otra, la destapé
y me metí a la tina.
el teléfono sonó
de nuevo.
salí de la tina con mi cerveza y
dejando todo mojado
caminé hacia el teléfono, lo levanté.
"¿diga?"
"¡hijo de Pta, todavía no
te creo!"
y me colgó.
caminé de vuelta a la tina con mi cerveza,
dejando otra estela de agua.
en cuanto logré meterme a la tina
el teléfono sonó
otra vez.
lo dejé sonar, contando las
veces que lo hacía: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9,
10, 11, 12, 13, 14, 15,
16, ....
ella colgó.
entonces, unos 3 ó 4 minutos
pasaron
el teléfono sonó
de nuevo.
conté las veces:
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8,
9,...
entonces hubo
silencio.
en eso me acordé que había
dejado mis zapatos en el
auto.
no importaba, sólo que tenía
un par.
no era probable, sin embargo, que alguien
quisiera alguna vez robar ese
auto.
me salí de la tina para buscar otra
cerveza,
dejando otra estela
tras de mí.
era el final de un
largo
largo
día.
**
Ya no pongo más jodidos poemas de este cabronazo. Iré a por una cerveza, donde he dejado mis chanclas?
(escrito a lo Bukowski)
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11-jun-2004
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Cita:
Iniciado por Drizzt
Me parece que eres un Fan number one del Dukofsky...
...No se llama así el actor de Mulder?
no sera por eso que te gusta tanto
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Bukowski me gusta desde hace un rato, que he buscado poemas suyos por internet.
El de expediente X era Ducovny o algo asi, no? No veia esa serie, elegi la cara del tio por el gesto de extreñido que tiene
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11-jun-2004
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Gunter Grass
LA BATALLA NAVAL
Un portaaviones americano
y una catedral gótica
se hunden
mutuamente
en medio del Pacífico.
Hasta el final
el curita joven tocaba el órgano...
Ahora el aire está lleno de ángeles y
aviones
que no pueden aterrizar.
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11-jun-2004
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Cita:
Iniciado por Underthesun
Gunter Grass
LA BATALLA NAVAL
Un portaaviones americano
y una catedral gótica
se hunden
mutuamente
en medio del Pacífico.
Hasta el final
el curita joven tocaba el órgano...
Ahora el aire está lleno de ángeles y
aviones
que no pueden aterrizar.
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No entendí, underthesun, eso de los angeles se refiere a que los angeles bajan del cielo como angeles caídos?, hay algo de eso?, se refugian los angeles caidos en las iglesias, si es asi, hay mucho de cierto...
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