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		|  16-may-2004 |  |  
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			Vaya, Nolo, "Los Heraldos negros", de César Vallejo...
 
Sólo Dios sabe cuántas veces he leído ese poema, tras la muerte de mi padre.
 
Muchas, muchísimas... 
 
Pero ya casi no me acordaba de él. Hará cuando menos dos años que no lo leía. 
 
Es increíble la cantidad de cosas que uno olvida. Gracias por despertarme ciertos recuerdos, Nolo. Es bonito recordar.
 
Un abrazo
 
Sigurd
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		|  16-may-2004 |  |  
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			Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio in-
 genuo, de piedras verdes en la casa de la
 noche, déjate caer y doler, mi vida.
 
 ANILLOS DE CENIZA
 
 Son mis voces cantando
 para que no canten ellos,
 los amordazados grismente en el alba,
 los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.
 
 Hay, en la espera,
 un rumor a lila rompiéndose.
 Y hay, cuando viene el día,
 una partición de sol en pequeños soles negros.
 Y cuando es de noche, siempre,
 una tribu de palabras mutiladas
 busca asilo en mi garganta
 para que no canten ellos,
 los funestos, los dueños del silencio.
 
 (alejandra Pizarnik)
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		|  19-may-2004 |  |  
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			LLEGÓ CON TRES HERIDAS (Miguel Hernández)
 Llegó con tres heridas
 la del amor,
 la de la muerte,
 la de la vida.
 .
 Con tres heridas viene
 la de la vida,
 la del amor,
 la de la muerte.
 .
 Con tres heridas yo:
 la de la vida,
 la de la muerte,
 la del amor.
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		|  21-may-2004 |  |  
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 MARIO BENEDETTI
 
 Hagamos un trato
 Cuando sientas tu herida sangrar
 cuando sientas tu voz sollozar
 cuenta conmigo.
 
 (de una canción de Carlos Puebla)
 
 Compañera,
 usted sabe
 que puede contar conmigo,
 no hasta dos ni hasta diez
 sino contar conmigo.
 
 Si algunas veces
 advierte
 que la miro a los ojos,
 y una veta de amor
 reconoce en los míos,
 no alerte sus fusiles
 ni piense que deliro;
 a pesar de la veta,
 o tal vez porque existe,
 usted puede contar
 conmigo.
 
 Si otras veces
 me encuentra
 huraño sin motivo,
 no piense que es flojera
 igual puede contar conmigo.
 
 Pero hagamos un trato:
 yo quisiera contar con usted,
 es tan lindo
 saber que usted existe,
 uno se siente vivo;
 y cuando digo esto
 quiero decir contar
 aunque sea hasta dos,
 aunque sea hasta cinco.
 
 No ya para que acuda
 presurosa en mi auxilio,
 sino para saber
 a ciencia cierta
 que usted sabe que puede
 contar conmigo.
 
 
 
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		|  22-may-2004 |  |  
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			Besos  (Gabriela Mistral)
 Haybesos que pronuncian por sí solos
 la sentencia de amor condenatoria,
 hay besos que se dan con la mirada
 hay besos que se dan con la memoria.
 
 Hay besos silenciosos, besos nobles
 hay besos enigmáticos, sinceros
 hay besos que se dan sólo las almas
 hay besos por prohibidos, verdaderos.
 
 Hay besos que calcinan y que hieren,
 hay besos que arrebatan los sentidos,
 hay besos misteriosos que han dejado
 mil sueños errantes y perdidos.
 
 Hay besos problemáticos que encierran
 una clave que nadie ha descifrado,
 hay besos que engendran la tragedia
 cuantas rosas en broche han deshojado.
 
 Hay besos perfumados, besos tibios
 que palpitan en íntimos anhelos,
 hay besos que en los labios dejan huellas
 como un campo de sol entre dos hielos.
 
 Hay besos que parecen azucenas
 por sublimes, ingenuos y por puros,
 hay besos traicioneros y cobardes,
 hay besos maldecidos y perjuros.
 
 Judas besa a Jesús y deja impresa
 en su rostro de Dios, la felonía,
 mientras la Magdalena con sus besos
 fortifica piadosa su agonía.
 
 Desde entonces en los besos palpita
 el amor, la traición y los dolores,
 en las bodas humanas se parecen
 a la brisa que juega con las flores.
 
 Hay besos que producen desvaríos
 de amorosa pasión ardiente y loca,
 tú los conoces bien son besos míos
 inventados por mí, para tu boca.
 
 Besos de llama que en rastro impreso
 llevan los surcos de un amor vedado,
 besos de tempestad, salvajes besos
 que solo nuestros labios han probado.
 
 ¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
 cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
 y en los espasmos de emoción terrible,
 llenaron sé de lágrimas tus ojos.
 
 ¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
 te vi celoso imaginando agravios,
 te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
 y qué viste después...? Sangre en mis labios.
 
 Yo te enseñe a besar: los besos fríos
 son de impasible corazón de roca,
 yo te enseñé a besar con besos míos
 inventados por mí, para tu boca.
 
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