¿Tienes miedo al compromiso?
A todos nos ha llegado el momento en alguna ocasión de decidirnos ante algo que va a hacernos comprometer para largo tiempo y , sobre todo, con una misma persona.
El compromiso se entiende como una situación en la que se espera de ti un comportamiento y unos ideales compartidos con otra persona.
El compromiso de pareja supone unos objetivos y metas comunes y un futuro en común, desde luego esto implica años de convivencia con la misma persona y superación de fracasos y éxitos en común.
Surgen muchas dudas y miedos
Cuando una persona se plantea comprometerse con alguien se generan en él una serie de dudas y miedos comunes para todo el mundo; sin embargo, el modo de analizar esas dudas es lo que nos diferencia.
Existen personas que ante la duda, deciden seguir adelante y arriesgarse ante algo que no es seguro al 100%. No olvidemos que suele ser una situación bastante novedosa (vivir con una pareja o comprometerse en matrimonio), las cosas nuevas siempre provocan miedos a todos y el superar ese miedo es lo que nos hace cada vez ser más seguros de nosotros mismos y enfrentarnos a las dudas que nos depara nuestro día a día.
Ante esta misma situación hay otros que reaccionan de otra manera y la mayoría de las veces la posibilidad de compromiso se transforma en huida de la situación. Muchas rupturas de pareja se deben a esto. No todos estamos preparados para un compromiso que nos ate, sin embargo, el razonamiento que hacemos de ello puede ayudarnos a seguir adelante y a no perder oportunidades de ser feliz.
Falta de seguridad en tí mismo
No cabe duda que una persona incapaz de comprometerse padece de algunas carencias y sobre todo, la principal será su falta de seguridad en sí mismo y en sus posibilidades.
Estamos de acuerdo que cuando nos enfrentamos a una relación con futuro, nadie sabemos a ciencia cierta qué es lo que sucederá. Muchas parejas inician su vida en común sin tener la seguridad de que vaya a funcionar.
El hecho de que una relación funcione depende de muchos factores internos y externos a la pareja, con lo cuál es difícil de controlar. Cuando la persona que tiene que decidirse tiene inseguridad y no confía en sí mismo, serán muchos los problemas que encontrará para tomar la decisión y se buscará toda clase de excusas para no llevarlo a cabo. Esto será un mecanismo de defensa que le aísla del verdadero problema. De cara al exterior parecerá que tiene sus razones, pero la verdad será otra.
De hecho, irá perdiendo oportunidades a lo largo de los años. Suelen ser personas muy amigas de las fiestas, del lige fácil y del no compromiso, sin embargo poco a poco se van quedando atrás y son los eternos juerguistas que nunca consiguen pareja. A la larga puede ocurrir que su círculo de amistades siga su vida adelante y se empareje y ellos vayan quedando solos en su rollo fiestero.
Ideas negativas
Aparecen en su mente una serie de ideas negativas que deberá cambiar para superar el miedo. Ideas del tipo “Todas son iguales”, “voy a perder la libertad para hacer lo que quiera”, “me van a controlar”, etc. Estas ideas ayudan a que su mecanismo de defensa sea cada vez más fuerte y más difícil de superar.
A menudo se centran en una experiencia traumática a temprana edad para no probar con otras personas y experimentar cosas buenas. Un solo ejemplo les sirve para sacar conclusiones erróneas puesto que un desengaño amoroso no supone tener que rechazar al sexo contrario de por vida.
Son personas que no aceptan bien los sentimientos negativos y que prefieren evitar un posible éxito con tal de no pasarlo mal.
¿Qué ganamos con un compromiso?
A la hora de tomar una decisión y de comprometerse con alguien, nos puede ayudar realizar un listado de pros y contras, de cosas que ganamos y que perdemos con ese compromiso.
Deberemos de ser objetivos ya que nuestras ideas erróneas nos pueden hacer sacar conclusiones equivocadas. Podemos pedir ayuda a amigos cercanos para que nos ayuden en la elección, seguramente pueden ser más objetivos que nosotros, sobre todo si conocen nuestros miedos. Es importante que tengas en cuenta que no puedes generalizar. Si ya viviste una situación similar y te fue mal, no puedes sacar conclusiones por esa experiencia, céntrate en la situación actual e intenta sacar todo lo bueno de tu pareja, los “peros” no sirven, solo valen los “me gusta mucho…”
Cuando estas tomando una decisión de este tipo, es fácil que inicies un razonamiento del tipo “anticipador negativo” Este consiste en que enlazas una serie de pensamientos respecto al futuro, cómo será tu vida con esa persona y los posibles problemas que puede haber.
Estos pensamientos siempre son negativos y por ello se llaman anticipadores, estás haciendo castillos en el aire y fantaseando sobre lo que será tu futura relación. No puedes basarte en frases del tipo: “¿y si pasa tal cosa o tal otra?” Esas cosas que estas pensando no han pasado, ni sabes si pasaran , así es que deja de imaginar y céntrate en el presente. Si eres una persona perfeccionista y controladora, te costará no ser anticipador. Sólo estás tranquilo cuando lo tienes todo controlado y cuando tienes la seguridad de que todo va a salir según tú has planeado. Sin embargo, debes tener en cuenta que una relación son dos persona y que solo podrás tener bajo control lo que tu quieres y lo que tu esperas , pero te resultará imposible controlar a la otra parte, además no te interesa, si controlas demasiado a tu pareja saldrá huyendo a largo plazo.
Preguntas que debes hacerte
Todos estos factores van a complicar el que puedas decidirte a la hora de aceptar un compromiso de pareja, pero ten en cuenta que todos puedes controlarlos y que todos tenemos miedo, no dejes que este miedo pase el límite y no te deje disfrutar y ser feliz, irás perdiendo oportunidades.
Con todos tus pensamientos negativos podrás realizar el siguiente ejercicio:
Pregúntate: ¿Qué es lo peor que puede ocurrir?, ¿qué probabilidades reales hay de que ocurra? Si ocurre ¿Qué podré hacer? ¿Realmente será tan malo? ¿Seré capaz de salir adelante? Organiza un plan para superar el fracaso si realmente llegara y no vuelvas a pensar en él.
Además de lo peor ¿qué otras cosas podrían pasar? Haz un listado, valen todas, buenas y malas, todo está en el mismo saco, todo puede ocurrir ¿por qué tiene que ocurrir solo lo peor que tu te imaginas?
Visualízate a ti pasando por un fracaso ante un compromiso, piensa en cuáles serían tus sentimientos sin exagerarlos y que harías para encontrarte mejor.
Refuerza tu seguridad
Para reforzar la seguridad en ti mismo, puedes hacer un recordatorio de todas las situaciones a las que te enfrentaste pasando miedo y todas aquellas que superaste con éxito. Sabes que una vez superadas, nunca más pasaste miedo y volviste a realizarlo bien sin dudas ni temores.
Tu compromiso es otra de estas situaciones, no evites el miedo, solo podrás superarlo enfrentándote a él, confía en tus posibilidades y confiésate con tu pareja, te puede ayudar a superar esos miedos y a ver la situación de una manera más positiva.
Terra Mujer / Vicenta Sanz Herrero. Psicóloga clínica
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