Hoy, se han derrumbado muchos de mis ideales. Ya van casi 20 años soportando soledad, presión, desprecio...
Nací como un niño normal, y viví una buena infancia. No tuve nunca problemas con nadie, nunca hice nada malo, y mis primeros años fueron geniales. Estando en preescolar, mis padres me regalaron mi primera videoconsola: Una mega drive, junto con el Sonic y el Rey Leon. Como cualquier niño normal, me puse loco de alegría, de vez en cuando le echaba mi rato a la consola, iba a casa de mi primo a probar un nuevo cartucho...
Ya con los años, tuve mi primer ordenador, y más o menos por esa fecha, mi PSX. Apenas había empezado primaria, donde ya ibas haciendo tus primeros amigos. Mi relación con el mundo por aquel entonces, era genial. Era amigo de todos, siempre tenías tus roces con otros niños, pero en general el ambiente era genial. Ya por aquel entonces despuntaba: Cuando los demás necesitaban horas para entender ciertos ejercicios, yo los aprendía en apenas unos minutos. Inglés, matemáticas, lengua... fuera lo que fuera, me encantaba aprender, estudiar...
Mi vida en primaria se reducía a ir a clase, estudiar, leer libros, echarle unos ratos a la consola, jugar con mis muñecos, ir a cumpleaños de compañeros... una cosa normal. Pero a partir de quinto de primaria (alrededor de los 10 / 11 años) empecé a notar como los demás no se comportaban conmigo de manera normal. Me gustaba mucho leer, y por aquel entonces ya me había leído muchísimos libros. Me gustaba estudiar mucho, muchísimo, para siempre alcanzar el 10. Mis compañeros solían reírse, decirme que era un aburrido, un empollón, y empecé a sufrir los primeros abusos. Empezaron las collejas, los golpes, los insultos, los motes... Hasta que dije BASTA y tuve un encontronazo con el "líder" de la clase. En sexto de primaria, el penúltimo día, el que era el más importante de la clase, el "intocable", me dió uno de los golpes más brutales que se podían dar. Toda la clase se rió, mientras me veían con las lágrimas saltadas. Tuve que recurrir a la violencia, contraatacar, empujar al chico que calló al suelo junto a otras dos mesas. Desde entonces no volvieron a golpearme nunca más, y me sentí fatal por haberme ganado el respeto de esa forma.
Hasta ese día, más o menos, mi vida estaba muy bien. Sin embargo, al entrar en la ESO, las cosas empezaron a cambiar. Todo el mundo ya tenía sus gustos definidos: Jugar al fútbol, escuchar rap y ligar. Yo, por mi parte, me encantaban los videojuegos, cada vez más y más. Los libros eran mi pasión, leía TODO lo que callera en mis manos, y empecé a sentir pasión por los ordenadores.
Todos estos gustos, poco a poco, hicieron que la gente se fuera apartando de mí. Mientras yo veía en las chicas personas con las que charlar como con cualquier otro chico, los demás veían en ellas objetos para tocarles el culo, verle la ropa interior...
Conforme pasaba el tiempo, me fuí volviendo lo que los demás denominaron "friki". No tuve amigos de verdad durante esa etapa, aunque intentara amoldarme a los gustos de los demás, SIEMPRE se acababan burlando de mis gustos y pasiones. Todo lo que a mí me gustaba, era una estupidez. Final Fantasy VII era "ese juego de mierda con un tío rubio y una espada", mientras que GTA era una pasada, junto al PRO, los únicos juegos que valían la pena.
Mi época de soledad y vergüenza terminó cuando llegué a 3º de ESO. Allí, por casualidad, encontré a otro chico al cual le gustaba lo mismo que a mí. Nos hicimos buenos amigos desde primera hora, y junto a él, salí con un grupo de más o menos mi estilo, durante mucho tiempo. Ahí empecé a salir con la primera chica, la primera cogida de la mano, el primer beso, la primera ruptura... Todo, dentro de lo que cabe, pintaba bien, pero todo siempre fuera de clase, pues al llegar a clase seguía siendo el bicho raro.
Más tarde, nuestro grupo se disolvió, pues hubo problemas típicos de la edad. Al terminar 4º de ESO, mi grado de "frikismo" alcanzó su punto máximo. Me encantaban los videojuegos, los juegos de rol, programar, las matemáticas, había leído todos los libros de harry potter 5 veces (los 4 libros que había por aquel entonces), empecé a ver animes, me compraba camisetas de grupos heavys, me encantaba mago de oz...
Al llegar a Bachiller, mis esperanzas en encontrar a alguien acorde a mí se esfumaron el primer día. Todos, TODOS, eran personas "normales" (como se autodenominaban). Todo era igual que en la ESO. Seguí siendo el bicho raro mucho tiempo, aunque las bromas fueron subiendo de tono. Al no beber ni fumar, la gente me trataba como a un crío. Me soltaron varios "¿Tú que pasa, no sabes nada de la vida?¿Qué estás todo el día viendo el naruto ese?", o "¿Es que tú solo te haces pajas pensando en elfas o qué?", incluso algún "A tí no te va a querer nadie".
Durante mi estancia en Bachiller, fuí tirando de gente más pequeña con la que me juntaba en el recreo, de mi astucia para meterme en conversaciones, y de las "novias" que por aquel entonces tenía. Amigos, realmente buenos amigos, nunca tuve.
Al finalizar Bachiller, conseguí realizar mi sueño: Entrar en la carrera de informática. Por fin, ahí, sí que tendría muchas posibilidades de conectar con alguien. Pero no, como siempre, la misma mierda. Cuando llegué, todos se fijaban en lo mismo. Tabaco, chicas, alcohol... Intenté una y otra vez integrarme, siendo imposible por causas desconocidas.
Ahora, ha finalizado el curso, y este verano todo mi mundo se ha derrumbado. Aparte de, haber tenido una depresión tremenda (gracias a los maltratos, cuernos, posterior ruptura, etc, de una chica), he sufrido una soledad tremenda. Más que nunca, me he encontrado solo. Desesperado, busqué por todos lados gente con la que salir, gente con la que hablar. Encontré tres soluciones: Darme un gran capricho, gente menor que yo, y gente mayor que yo.
En el primer caso, el día de salida del iPhone 4, me lo compré. Es una idiotez, realmente lo es, pero ese día mis ganas de no seguir viviendo desaparecieron. Me encanta el móvil, aunque soy muy criticado por ello, y todo el mundo dice que es una mierda, que no vale para nada...
En el segundo caso, fue en un momento de desesperación, que contacté con un antigüo compañero de la academia. Tras charlar con él, ofrecerme para darle clases de matemáticas (gratis), y tomar algo un día, me dijo que saliese con ellos. Ellos, todos de 16 años, y yo de 19. Formamos un grupo bastante bueno, un chico y una chica la cual eran pareja, otra chica de 16 y yo. Tras varias semanas, una de las chicas se peleó con la otra, pues decía que yo era raro, que no le caía bien y que mientras se siguiera juntando conmigo, que no quería volver a saber de ella. Esto, es bastante más largo de contar (estoy planteándome abrir otro post), pero en resumen, gusté a una de las chicas, me dejé la piel por esta chica (le ayudé con los exámenes, a subir su autoestima, la acompañé al hospital cuando los demás le dieron la espalda...), y por mis gustos (informática, metal, videojuegos, cómics...), a esa chica no le caía bien. Nunca, NUNCA hablo de cosas que me gustan cuando estoy con alguien que no le agrada eso, símplemente escucho, pregunto y opino sobre lo que les gusta a los demás. Pero a esta chica le molestaba el simple hecho de que yo existiera, pues no tiene ningún motivo más para discriminarme. Me ha dicho "raro", y que no quiere que me vuelva a juntar con ellos.
En el tercer caso, los chicos mayores que yo, son quienes han impulsado que derrumbe todo en lo que creía. Tras ver como siendo "friki", unos niños de 17 años me discriminaban, intenté ser "normal". Nunca bebí, pero cogí mi primera borrachera, empecé a ver el mundo con sus ojos... y hoy, después de todos los palos, tengo en una balanza a un lado mis ideales, y al otro lado las personas. Llevo 19 años (casi 20) sin beber, fumar, sin ser como todos, y solo. Bebiendo, he conseguido algo de atención, que la gente me llame para quedar. Solo he bebido un día, y fue horrible. No me gusta NADA el alcohol, ni sus efectos, ni nada. Pero me reí, me lo pasé bien, y me vuelven a llamar casi todos los días para salir.
Tengo muchísimo dinero gastado en cómics, figuras, videojuegos.... son las cosas que a mí más me gustan. Deseo de todo corazón encontrar amigos con los que compartir mis aficiones, pero ya, en esta época de mi vida, he tirado la toalla. Mi vida como friki parece llegar a su fin, puesto que he perdido la ilusión por casi todo (aunque de esto tiene más la culpa una chica que los demás), y no sé si volveré a recuperarla. Este verano ha sido terrible, lo he pasado fatal, y lo único que me está sacando para arriba es quedar con otras personas, y no sé si realmente vale el precio que estoy pagando.
Ha sido un tocho tremendo, mi vida "friki" resumida en una página, pero realmente necesitaba escribirlo, pues hoy, me he sentido discriminado como nunca. Gracias a todos por permitirme este desahogo.