Cuando yo tenía unos tres años a mi hermano mayor hubo que circuncidarlo. Resulta que para evitar que a mí se me realizara esa misma operación, mi pediatra recomendó que se me hicieran unos ejercicios, que según entiendo son relativamente comunes, en los que hay que tomar el prepucio del niño y llevarlo hasta atrás repetidas veces, de manera que el glande se ensanche y pueda pasar con facilidad. Mi madre me hizo estos ejercicios todos los días a la hora del baño, desde mis tres años hasta los siete. Cada día, por cuatro años.
Algo hable de esto con mi psicoanalista hace poco, y según me explicó incluso un niño muy pequeño puede sentir una estimulación sexual cuando se manipulan sus genitales. Imagínense entonces la gran cagada que se me fue armando en la cabeza. Un niño tan pequeño no debiera recibir tanta estimulación en sus genitales, ni menos todavía recibirla de su propia madre. Por supuesto que no he sufrido una violación, no estoy sugiriendo nada parecido, pero no puedo evitar pensar que quizá esto tiene que ver con mis trastornos.
Hoy en día la sexualidad me causa mucha angustia. Tengo 25 años y soy virgen. Las veces en las que he tenido la oportunidad de acostarme con mujeres me he sentido paralizado por una incomodidad extrañísima, y en ocasiones hasta he sentido náuseas (y no, no soy homosexual, no tendría problema en aceptarlo si lo fuera).
Obviamente en mi vida han ocurrido otras cosas que ayudan a explicar mi relación con las mujeres, pero quería saber su opinión sobre esto.
Les pido, por favor, que hablen del tema con respeto, para mí es muy delicado. Gracias.