Hola. Antes de nada me presento. Soy una chica de 18 años que esta en el primer año de una ingeniería. Ahora puedo decir que soy realmente feliz.
Contaré mi historía desde el principio. Sé que he tenído durante muchos años esta "fobia social", de hecho, mis años de adolescencia han estado marcados por un intenso dolor que nunca se iba. Más de una vez he tenido pensamientos suicidas. Por supuesto no he tenido ningún valor para llevarlos a cabo, pero han estado ahí, torturandome.
Empezaré con cuando estaba en mi primer colegio, en prescolar. No puedo decir que estubiera marginada, pero siempre hubo en mí una sensación de ser inferior, de no estar a la altura.
Mis escasos recuerdos se centran sobretodo en una chica, a la que yo idolatraba. Esa chica, que había sido mi amiga, ya no me hacía caso, porque tenía otra amiga más simpática, más guapa y más divertida que yo.
Después, por motivos que desconozco el colegio cerró, y entré en uno nuevo.
Recuerdo los primeros días. La sensación de ansiedad ante lo desconocido.
A la hora del recreo, yo siempre me iba a mi esquina, y si mis compañeros me ofrecian jugar con ellos, siempre me negaba aunque me muriera por aceptar. Aún así, tengo la suerte de haber tenido siempre una imaginación desbordante, y no me aburria. Se puede decir que en mi propia soledad creaba mundos fantásticos y realmente divertidos. Era una chica muy inteligente para mi edad. Yo lo sabía, y también mis profesores, mis padres y casi todos los que me rodeaban. Eso me daba una sensación de tranquilidad.
Después de un año, o dos quizás, me cuesta recordarlo, hice lo que para mí fue el esfuerzo más grande de mi vida.
Estaba harta de ver como todo el mundo se divertia mientras yo quedaba en una esquina. Entonces dije que sí. Que quería jugar con ellas.
Fue la sensación más alucinante del mundo, y no entendía como me lo había perdido tanto tiempo.
-¡Mamá,mamá! He jugado a pillar en el cole!
Tengo que decir que mi madre conocía mi problema, y me ha ayudado muchísimo en esto.
El caso es que hice amigas. Amigas que llegaron a ser muy buenas. Fue una época muy féliz.
Pero pasaron los años, y en 6 de primaria ya no era igual. Por supuesto yo estaba muy integrada en la clase, tenia mi grupo de amigas y todo iba perfecto, pero yo era para todas la despistada, la infantil, tremendamente infantil. Y yo siempre estaba en mi mundo.
Mis amigas muchas veces hablaban entre ellas y no me contaban de que lo hacían. Recuerdo una frase de una chica que me marcó.
Si no escuchas de doy un caramelo.
Y cojí el caramelo y me fui.
Ahí fue cuando me dí cuenta de que quería cambiar de aires. Con 12 años ese era mi último año en ese colegio ya que se acababa, y toda mi clase iba a un mismo colegio. Pero yo quería conocer a gente nueva.
Si tengo que decir, que el grupo de esa clase era un grupo muy compacto. Todas éramos amigas, y aunque la chica quisiera hacerse la guay con la broma del caramelo, yo tenía buenas amigas, y siempre me lo demostraron. Pero ese no era el motico por el que no quería seguir con esa gente. Quería un montón a mis amigas, y recuerdo con mucho cariño la gran despedida. Pero quería dejar atrás ese concepto que tenian de mí de chica infantil y distraida.
Muchos años posteriores pensé que la decisión que tomé fue el peor error de mi vida. Ahora no lo sé.
Entré en un nuevo colegio, y fue el principio del fin. Hice 2 amigas, la típica tímida, y la que todos se meten con ella.
Yo nunca he sido una chica fea, pero en esa época estaba extremadamente delgada, y con una cara de pánico en el rostro que no se iba. Esos años fueron de autentico acoso escolar. Me aterraba la idea de tener que hablar con alguien. Las chicas se reian de mí, para los chicos era invisible.
Esa época ha sido la peor de mi vida. Nunca he llorado tanto, ni maldecido mi existencia. Deseaba simplemente dejar de existir, porque no era siquiera capaz de mirar a los ojos a algun compañero, y estaba segura de que cuando alguien me hablaba lo hacía sólo por compasión. No salía los fines de semana como la gente normal, y eso me acomplejaba aún más. Se puede decir que tenía pánico a hablar con la gente de mi edad, ya que estaba segura de que se darian cuenta de que yo no valía nada.
Acabo secundaria, y en el verano de 4 de la ESO Tuve mi primer novio. 15años. Recuerdo mi primer beso con muchísimo cariño.
Se puede decir que él me humilló. No me hacía ni caso, y me buscaba solo cuando quería, pero yo había tenído novio, cosa que creia imposible, y eso me subió mucho la moral.
Tambien me hice un amigo ese verano. Quiero decir un íntimo amigo. Un chico muy mono, rubio con los ojos azules. Eramos mejores amigos mutuamente, y me pidió de salir varias veces. En realidad yo estaba atontada. No podía creer que algo así le sucediese a esa chica pringada. Esa incredulidad por mi parte, además de mi timidez para llevar una relación, me impidió aceptar.
Ahora estoy segura de que ese "triunfo" en aquel verano estubo motivado por por tres motivos.
1- Empecé a ser una chica bastante guapa
2- Esos dos chicos, mi "novio" y mi amigo, eran amigos de mi primo. La relación que he tenido con mi primo ha sido siempre como de hermano a hermano, por lo que estar con sus amigos me recordaba a estar en familia, y era yo misma.
3- Creo que estar en otra ciudad me ayudó a desconectar de la inseguridad que siempre había sentido.
Entonces otra vez entré en un nuevo colegio.
Esta vez no tenía miedo. Era una chica que había tenido novio, y además iba guapísima el primer día (Soy rubia con los ojos azules)
tenía el proposito y la convicción de que mi vida iba a cambiar.
Me mostré muy natural, sin miedo alguno. Genial todo. Pero entonces comencé a observar a la gente, y me fui dando cuenta de quiénes eran los "guais", y quienes no. Y cuando descubrí lo "guay" que era alguna gente, simplemente no pude volver a hablar con esas personas. Yo era demasiada poca cosa, y ellos podían darse cuenta.
Al final caí de nuevo en la inseguridad, en la soledad. Me hice "amiga" de una chica marginada, y los dos años de bachiller fueron horribles. Odiaba las clases de educación física. En realidad suelo ser buena para el deporte, pero tenía la sensación de que todo el mundo me miraba, y siempre me fallaban las fuerzas, y acababa dando el cante por patosa. Viví muchas situaciones humillantes, como el tener que decir a la profesora que yo tenía fobia a los balones, y llorar ante toda la clase, porque no podía jugar a deportes de pelota.
Falté muchísimos días a clase, y envidiaba a las chicas que tenian tantas amigas. Muchas veces, en el recreo me escondía en el cuarto de baño porque no tenía amigos con los que irme. Tengo que decir que en 2 de bachiller por otro lado hice amigas fuera de mi colegio. Salía de fiesta. bailaba, ligaba mucho, tuve algún noviete... Todo como una chica normal, pero si me encontraba a alguien de mi clase de fiesta, empezaba a sentir ansiedad.
En realidad, lo peor fue en 1 de bachiller, porque en 2, simplemente me hice independiente. Me importaba menos no tener amigos.
Llegó el verano de 2 de bachiller. El mejor de mi vida. Me relacioné con un montón de gente, y fuí una chica normal perfectamente. Fue cuando me dí cuenta de que lo que yo había tenido en realidad era fobia al colegio. podía relacionarme perfectamente fuera de él! En realidad mi historía puede parecer extraña siendo una chica que mide 1,76, rubia, con unos muy bonitos, y a la que han parado por la calle para que hiciera castings de modelos. Pero eso demuestra que el físico no importa. Yo he envidiado con todas mis fuerzas a feas y gordas que tenian alguna amiga en clase.
Cuando iba a empezar la universidad hice todo lo posible para no pensar en que todo el mundo era mejor que yo. Lo conseguí.
En mi carrera somos 4 chicas, y 50 chicos. Al principio me costó lo que he conseguido, pero ahora tengo tantos amigos en clase, que no me da tiempo a hablar con todos. Tengo muchos grupos, y salgo con todos los fines de semana.
yo misma no me lo creo. como yo, una marginada de siempre, he podído conseguir algo así, pero ahora tengo fama de extrovertida.
Soy una chica completamente feliz. De vez en cuando tengo bajones, pero me encanta mi vida.
Tengo mis amigas, que son muy buenas. Dos o tres amigas del alma, más las demás del grupo.
Todavía, por supuesto, sigo siempre abstraida, en mi mundo, soy muy despistada... Pero ahora no me averguenzo de mí misma. Y ahora soy tan tan tan feliz, que quería compartirlo con vosotros.
Se lo que es pasarlo mal. Se que es quedarse siempre sin pareja en las excursiones. Sé que se siente al ver que te miran y se rien de tí. Se todo eso, pero ya lo he superado. Y lo he superado, poco a poco, pero lo he superado. ha sido cuando he conseguido darme cuenta de que en realidad yo valgo como persona, y tengo mucho que ofrecer. Que no solo soy un bicho raro a quien hablan por compasión. Por qué serlo?
Muchas veces me gusta pensar que diría yo hace años si me viera como estoy ahora. Nunca lo hubiera imaginado. Nunca nunca nunca! Que se puede decir que ahora soy la más popular de mi clase!!!!
Me emociono de pensarlo. Y yo hace años, ya había perdido la esperanza. No la perdais, luchad porque es posible ser felices.
Aun hay cosas que me dan mucha verguenza, y tengo que superarlas poco a poco, como comprar, pedir la cuenta en un bar, o pedir información sobre algo en un edificio público. Pero sé que lo conseguiré. Y aunque me he pasado escribiendo, es porque estoy en el momento más dichoso de mi vida. La gente me quiere, y eso de agradece.
Si alguien se ha sentido identificado, o simplemente quiere tener una amiga, charlar... me gustaría que se pusiera en contacto conmigo, porque me siento tan agradecida a la vida. me siento tan feliz de lo que ha ocurrido...
Ahora quiero a la vida. y quiero tambien ayudaros a vosotros, porque sé lo que es vivir entre lágrimas.
Un beso enorme!
