Creo que quienes hemos sufrido bullying tenemos una intición más despierta para percibir y arreglar ese tipo de situaciones, así que adelante!
Para empezar quizás el niño no quiere contarlo porque se siente humillado. Hay que comprenderle y darle a entender que no es malo, que no es su culpa, y que no tiene por qué aceptar una situación así, si no que es mejor combatirla y vivir felizmente.
Pienso que en esos casos es muy interesante hablar con los padres de los otros niños, mi primo por ejemplo era un abusón y mis tíos corrigieron eso en casa. También me plantearía hablar con la directora si la profesora no reacciona, no es, en absoluto, algo a lo que haya que restarle importacia.
Lo de cambiar de colegio es algo que creo que tendría que decidir el niño, peeero, con precaución, ¿qué pasaría si cambiara de ambiente y se repitiera la historia?
Por otra parte si el maltrato es físico podrías plantearte apuntarle a un curso de defensa personal, judo, aikido... no sé. Pero creo, y ahí vamos al meollo de la cuestión, que tendrías que reforzar la autoestima de tu hijo como fuera. El cómo es lo complicado, la adulación y la protección excesiva son tan malas como la infravaloración y el desamparo.
Quizás con actividades que le apasionen, que se le den bien, que le ayuden a crecer, con personas con las que esté seguro y se sienta feliz.
ahí tú le conoces mejor que nadie. Reforzándole cuando ves que toma la iniciativa, que se muestra creativo, seguro. ¡Premia esas actitudes!
También podrías probar a recrear la situación en casa: un pequeño teatro para que él pueda aprender a enfrentarse a ese tipo de situaciones, a lo mejor se bloquea -yo me bloqueaba, no sabía que hacer ni cómo salir de esa situación- y en un entorno seguro, jugando, podríais ir ensayando diferentes respuestas a esa agresión.
De forma más indirecta, si es pequeñito, también podrías contarle cuentos (no sé qué edad tiene): un niño al que atacan y se defiende de manera inteligente. La idea es ayudar a tu hijo a tener recursos que le ayuden a enfrentarse a sus agresores y salir airoso, y a poder ser, a ganar cómplices y no enemigos.