Mis cumpleaños pasan desapercibidos hasta para mí, el que no los celebre ya no me afecta, he dejado de pensar en ello y los vivo como cualquier otra fecha, es más, detesto cuando algun "buen samaritano" se atreve a felicitarme ¡zape! que soy alérgico a los apapachos y demás cursilerias.