Después de acudir al psiquiatra, como parece indicar el protocolo de la demagogia, si quieres suicidarte deberías analizar en profundidad, para evitar errores, qué es lo que te impulsa y qué te retendría ante esta mefítica existencia.
Sopesar es fundamental porque mucha gente decide acabar con su vida por momentos y no desde un razonamiento objetivo (sí, se puede alcanzar, incluso frente a un tema tan peliagudo). Narrar que sueñas con verte colgado, además de sentirte un error, demuestra, a vuela pluma, cómo te sientes culpable, merecedor del peor de los castigos. ¿Realmente es así? Es legítimo quitarse de en medio porque uno decide si quiere o no continuar. Más dudoso es hacerlo presionado por el mal que uno se atribuye, en muchas ocasiones, no es propio, sino inducido. A lo mejor, son otros personajes que han aparecido en tu camino los que deberían ser ahorcados. Una suposición.
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