Hola a todos, llevaba algún tiempo visitando este foro, leí muchas historias con las que me sentí identificada y fue un alivio ver que no estaba sola, ahora por fin me he animado a presentarme y a contarles cómo me siento ya que no quiero aburrir más a los poquitos amigos que tengo ni preocupar más a mi familia. Espero que tengan la paciencia de leerme, ya que necesito con urgencia desahogarme (y perdón por aburrirlos a ustedes, je)
Verán yo empecé con la timidez cuando estaba en kínder o primaria, no sé exactamente qué lo detonó, en fin recuerdo que en la primaria me escondía de mis compañeros de clase cuando me los topaba en la calle y mis papás no entendían la razón de ser a esa reacción tan exagerada.
También, afectó mucho a mi autestima que mis tíos y primas se burlaban todo el tiempo de mi, me hacían sentir menos constantemente pero de una manera pasivo-agresiva, lo hacían siempre entre bromas y como yo era muy pequeña no me daba cuenta y si me enojaba o lloraba me lo recordaban en ocasiones posteriores para seguirse burlando. Tonta e inocente de mi, sufría el sídrome de Estocolmo pues los quería ciegamente, incluso apenas hace unos años me di cuenta de que yo había creído lo que ellos opinaban de mi y todo lo que me habían desacreditado.
Como se imaginarán, no es fácil vivir una infancia con amigos-enemigos sobre todo cuando uno es muy susceptible y para colmo, en tu casa paterna vives muchos problemas económicos, así con mayor razón, el resto de mis familiares ha encontrado la manera para pisotearnos "amablemente".
Ahora yo tengo 30, llevo muchos años lidiando con fobia social sin saber que la tenía, yo pensaba que mi problema era una simple timidez y no es así. Hay veces en que soy capaz de sacudirme los miedos y buscar la manera de socializar pero luego viene la decepción, hay veces en que hablar con una persona me causa una ansiedad terrible que me acelera el pulso y me pongo roja como tomate, y lo peor es cuando los demás se dan cuenta y te lo señalan, las veces que me ha pasado me he sentido tan humillada que soy incapaz de olvidarlo.
Recuerdo que cuando entré a la universidad iba con toda la intención de ser diferente y logré sobrevivir los primeros semestres pero ya casi para terminar la carrera me puse fatal, cuando pasaba al frente hablaba al mil por hora o se me notaba lo nerviosa que estaba, me ponía roja cuando hablaba con mis maestros y hasta con las compañeras de confianza, incluso ir a dejar los libros a la biblioteca me ponía mal.
Desde que me gradué no he encontrado un trabajo fijo y le he estado sacando la vuelta a las escasas ofertas que salen. Se supone que estudié para maestra, pero la verdad es que no soporto estar bajo la evaluación constante de los directivos de las escuelas, ni de los alumnos; la sensación de ser juzgada me resulta insoportable y aunque a veces pude sortearlo e ignorar mis verdaderos sentimientos al final siempre salen a flote y entro en crisis, me siento asustada, ansiosa y sin esperanza.
Hace poco al fin me atreví a hacer una prueba y una entrevista para un trabajo y no lo conseguí, lo peor de todo es que di mi mayor esfuerzo, hice un enorme sacrificio para dominar mis miedos y estar segura en la entrevista, pero algunos de mis entrevistadores parecían un poco hostiles e incluso los noté exigentes en detalles insignificantes.
Cuando lo pienso bien, quizá es mejor no haberlo conseguido a tener que haber lidiado con ellos, pero de todas maneras me siento muy frustrada.
No se imaginan la cantidad de cosas que he tenido que pasar para encontrar mi sitio: he sido yo misma , he sido audaz, le he dado por el lado a la gente (a mis superiores, amigos etc), otras veces he mantenido un bajo perfil, en fin, he tratado de adaptarme, de adecuarme a los lugares y a la gente que me "podría" ayudar a mejorar mi vida social o laboral sin ningún resultado. Supongo que muchos lo han hecho, pero cuando además eres fóbico social es mil veces más difícil.
Mis amigos piensan que soy una floja que no quiere trabajar, no entienden que yo tengo un problema, que vivo un infierno cada vez que tengo que interactuar con otros y más si de eso depende mi economía. Ellos ven mi situación en casa y creen que todavía me doy el lujo de ser exigente con los trabajos, y no es así. Cuando pueden hacen comentarios de dónde podría trabajar y cuando no atiendo sus sugerencias creen que lo hago por mimada o haragana. A mi más que a nadie le duele sentirse una carga, sobre todo porque mi familia me quiere y me comprende, me dicen que crea en mi como ellos creen en mi, y me da rabia que esto sea más fuerte que mi voluntad...
El sueño de mi vida es poder ayudar a mi familia, tener solvencia económica y un trabajo que desempeñe bien, sueño poder levantarme sin sentir miedo y sin el desgaste de ver cómo evitar a las personas.
Me siento incomprendida por mis amigos. Todo lo que quiero es alejarme de ellos por un tiempo ya que ahora no soy una buena compañía, menos cuando les va de maravilla y a mi me va tan mal que no puedo alegrarme por ellos al 100% y menos tener que poner buena cara cuando a mi me está llevando el diablo...
Yo nunca me imaginé que a esta edad pasaría por esto, nunca pensé que mi vida podría ser así. Yo quería ser una persona alegre, sana extrovertida y realizada y en lugar de eso vivo cada día con miedo al futuro. Veo como la gente de mi edad que me rodea ya tiene estabilidad y yo sigo en las mismas. Tengo muchos sueños y algunos los he conseguido realizar, sin embargo estoy tan cansada de todo esto...
Sé que no me queda más remedio que seguir luchando, pero es tan agotador, y lo peor es que sé que voy a vivir con esto siempre, aún si tomo un tratamiento, esto es algo con lo que uno debe cargar y creo que es muy desgastante. Espero no durar demasiado tiempo en el hoyo de la depresión...
Bueno, si llegaron hasta acá, gracias por escucharme.