Hola a todos/as.
No soy muy dado a escribir sobre mí mismo y sobre mis problemas pero… bueno, supongo que he llegado a un punto en el que necesito gritar, o en este caso escribir, y que alguien al menos me escuche o lea. Hace poco comencé a ir al psicólogo y fue ahí donde escuche por primera vez sobre la fobia social. He estado leyendo algunas cosas por el foro y la verdad es que me he echado para atrás muchas veces a la hora de escribir aquí.
He visto mensajes que me han hecho pensar que mis problemas serán una soberana tontería en comparación y que no debería molestar a la gente con ellos pero finalmente me he atrevido a escribiros y a exponerme brevemente. Supongo que tendré que dar una explicación de mi mismo para que se entienda mejor lo que intento decir, si es que puedo hacerlo.
Desde que era pequeño y gracias a que tuve ciertos problemas en el colegio del tipo Bullyng, me aislé casi por completo. Mi timidez, mi falta de autoestima y las burlas constantes de mis compañeros crearon en mí un complejo de inferioridad que a día de hoy aun arrastro. Comencé a tener miedo de los sitios abarrotados de gente y mis nervios me vencían a la hora de entablar conversaciones. Cabe decir que logre acabar los estudios y conseguir el graduado escolar gracias a mucho esfuerzo, pero eso acabo desgastándome por completo y prometí no volver a pisar un centro de estudios nunca más. El mero hecho de pasar por delante de un instituto ya me infunde bastante respeto.
No busco relacionarme con nadie ni busco pareja como el resto de conocidos que tengo lo que muchas veces lleva a divertidas discusiones entre ellos y muy pesadas para mí. No llegan a entender que prefiera vivir solo, si pudiera, que en compañía de una chica con la que compartir mi vida. Prefiero pasar una noche de sábado en casa en compañía de un buen libro, una película o escribiendo alguna cosilla en el ordenador antes que salir por ahí de bares, pubs o discotecas.
La lectura, la escritura y el cine se convirtieron en mi aislante frente al mundo. Son mi espacio privado donde me siento realmente yo mismo y sin ningún tipo de miedo. Tengo muy poca autoestima, ningún sueño ni meta que alcanzar, cosa que frustra mucho a mis padres. Sobre todo a mi padre que no entiende que a mi edad tenga tan poca iniciativa o nula.
Mi madre siempre quiso que estudiara, cosa que ella no pudo hacer, y que tuviese algo en lo que agarrarme y finalmente me convenció para intentarlo. En cierta medida quería que se sintiera orgullosa pero las tres veces que intente estudiar algo me vine abajo y no lo soporte. Volver a meterme en un aula, en un instituto era un infierno para mí y nadie parecía entenderlo. Intente sacar el bachiller pero debido a que la ESO que hice fue la de diversificación, una ESO algo especial para gente con dificultades a la hora de estudiar, mi nivel estaba bastante por detrás de los demás y cuando le explique el problema al tutor que tenía en clase, él mismo me dijo que los que hicimos ese curso no deberíamos haber ido al bachillerato, que no teníamos el nivel necesario. A la semana siguiente abandone el curso, cosa que molesto bastante a mi madre.
Después probé con dos FP. Electricidad y madera. En la de electricidad no me enteraba de nada sobre la teoría y siempre sacaba notas muy bajas. En las prácticas iba al tuntún, probando cables por aquí y apretando botones para ver si funcionaba. Cuando vi que era el último volví a venirme abajo y abandone. En madera me pude defender bastante bien pero, como me pasaba en la de electricidad, yo era el típico marginado al final de la clase del que parecía que todos se reían. El que se trababa al leer en voz alta y el que esperaba a que todos salieran del aula para poder salir él sin ningún miedo. Volví a hacer un gran esfuerzo y aguante, ignorando todo tipo de comentarios hacia mí pero cuando llegó el segundo años y tuve que hacer las prácticas en empresa la cosa cambio.
No me abría a mis compañeros de empresa. Éramos tan diferentes como la noche y el día. Tardaba mucho en hacer las cosas e iba con miedo por el taller y a las maquinas a la hora de trabajar en ellas. Finalmente me dijeron que no valía para ello y de nuevo con la moral por los suelos lo acabe dejando.
Desde entonces arrastro una depresión bastante galopante que he intentado disfrazar colocando una “mascara” ante todos los que me rodean. El motivo de ello es por mi madre pues ella lleva en tratamiento por depresión desde hace bastante tiempo y no quiero que se machaque con más problemas y comidas de coco. Siento que la he fallado al no cumplir con sus expectativas en lo referente a estudios. Sigue diciéndome que le gustaría que me pusiera a estudiar, hacer algo y salir del círculo en el que me muevo pero ahora mismo ni sé que podría estudiar ni sé que podría hacer. Nada me motiva ni llama la atención.
Luego esta mi padre, alias el jefe. Muchas veces me obliga a hacer algún tipo de recado para él del tipo rellenar papeleo y entregarlo en algún lugar, a estar en la tienda de mi madre cara al público o en definitiva a hacer cualquier cosa que se le ocurra para moverme, motivarme y ayudar en casa con lo único que puedo aportar. Es decir yo, mis manos y mis pies.
Si es con tal de ayudarles no me importa hacerlo por mucho que me cueste o mis nervios me maten pero desde hace cosa de un año no paro de oír críticas hacia mí sobre que hago las cosas con malos gestos o enfadado o de parecer que me molesta hacerlo. Es decir, que parece que lo hago por obligación y que realmente no quiero hacerlo y le molesta ver que parece que todo lo que pasa a mí alrededor me resbala o me importa poco lo que siempre lleva a extrañas discusiones en las que me siento que soy yo el que les falla de nuevo.
Siempre que puedo intento ponerme la máscara en la que intento sonreír y decir a todo que sí. Pero esa mascara pesa cada vez más y cada vez me cuesta más ponérmela, mostrando mi frustración y haciendo que volvamos a discutir sobre la actitud que reflejo.
Creo que he nacido en una época que no me corresponde. En una sociedad muy competitiva en la que no encajo en ninguna parte debido a mis miedos. Me gustaría irme a un sitio apartado de la ciudad, en un monte o así y vivir en completa soledad como un ermitaño, con algún empleo mediocre en el que me pueda defender, que me dé lo justo para vivir y tener algún libro para leer de vez en cuando.
Lamento la enorme parrafada que he puesto a modo de presentación. No pretendía que fuese tan larga pero supongo que necesitaba sacarme esto de alguna manera. En fin, no prometo hablar mucho por el foro pero intentare dejarme notar de vez en cuando. Gracias.