En mi trabajo tengo que hablar mucho en público, y en muchos casos, discutir. El desenvolverte bien hablando en público es algo que no se improvisa, requiere un aprendizaje y también experiencia; por ello creo que es normal que te pongas nervioso hablando en público y, especialmente, discutiendo.
No obstante en Derecho más que discutir lo que se hace es defender un argumento que previamente has trabajado. No se trata de que en un juicio tengas que improvisar un argumento, el argumento debe estar muy estudiado y preparado con antelación. No creo que ningún abogado vaya a un juicio a improvisar sus argumentos, sería un desastre.
La mejor forma de preparar un juicio es estudiando el tema y, con posterioridad, ir superando el "miedo escénico" de hablar en público, aunque esto último es también una cuestión de experiencia.
Por otra parte, todas las sugerencias anteriores me parecen interesantes.