De antemano me disculpo si no me explico tan bien como quisiera, pero sucede que llevo varias horas sin dormir y he tomado bastante.
Me he encontrado con mi ex novia, mi única novia, mi novia de hace 7 años, aquella mujer que me dejó el autoestima destrozada y que me hizo pensar que yo no servía para estar con ninguna otra mujer. El encuentro fue en casa de uno de mis pocos amigos, donde ella llegó inadvertidamente (o al menos yo no fui advertido).
La verdad al principio no pensaba hacerle mucho caso, pero con el pasar de la noche y los tragos me fui acercando a ella para hablar, y qué sé yo. Cuando la noche terminó, mis amigos se fueron y ella quedó en ir a dejarme a mi casa, pues ella no había tomado.
Al llegar a mi casa estacionó bajo mi edificio, y ahí nos quedamos hablando por más de dos horas (hasta las 7 de la mañana). Para mi eso es muy excepcional, no hay nadie más con quien sea capaz de hablar por tanto tiempo, ni que sea capaz de interesarme cuando habla por tanto tiempo. Hablamos de todo, recordamos viejos tiempos y conversamos sobre nuestro presente y futuro. Recordé precisamente que hace siete años me enamoré de ella porque es la única mujer con la que de verdad puedo hablar sin tener que esforzarme, todo sale natural y espontáneo.
Le dije sin rodeos que para mí había sido muy difícil olvidarla (no especifiqué cuánto, quizá la habría asustado), y hablamos acerca de nuestra separación. Yo siempre me culpé por todo, lo que me causó muchísimos problemas en mis relaciones posteriores (en la carencia de ellas, digamos), y resulta que ella hizo lo mismo (o al menos eso me dijo, y no sé si creerle).
Al momento de despedirnos pude haberle dado un beso, pero no lo hice. En parte fue cobardía, en parte fue confusión -pues la situación me tomó por sorpresa-. Sobre todo debe haber sido cobardía.
No le pedí su número, le dejé el mío. Eso fue por estupidez, lisa y llanamente. No sé si me llamará o no, todo queda en incertidumbre.
Ahora no sé cómo me siento, sólo sé que no quiero dormir aunque estoy agotado.