La gente que no soporta la soledad, en mi opinión, son débiles. Tienen la moral del áscar, una moral propiamente de quien es incapaz de saber que lo único que tenemos, lo único que nos hace realmente individuos, lo único que permanece es la soledad en cada persona.
Obviamente la soledad no se elige desde el principio, siempre comienza por una incapacidad por relacionarse con el entorno. Ahora bien, cuando uno se encuentra ante la realidad de que está solo, puede optar por dos opciones: una, no admitirla y recurrir a todo tipo de estratagemas (la mayor parte de ellas chiripitifláuticas); o, por el contrario, asumirla y comprobar los beneficios que tiene.
Lo he repetido millones de veces en este foro. Aquí va otra
. Cuando uno está solo, está libre. No depende de nada ni de nadie para hacer lo que desea y no se ve constreñido por los deberes (esclavitud) que nos imponen los demás. Ves la película que deseas, te quedas en casa leyendo, puedes ir a donde te apetezca, planificas tu vida. Lo mejor, no tienes que estar dando explicaciones ni soportando tediosas conversaciones con gente que, en el fondo, te importan un rábano.
La soledad no es traicionera, no es autoritaria, no es mezquina, no es empalagosa. Es algo que está para disfrutar de ella. La amante que nunca te falla, el amigo que te relaja, el bálsamo que te cura. No espera nada de ti, ni desea que hagas nada especial por ella. Se limita a que estés mejor, a que seas un poco feliz en medio de este inmenso chiquero que es la sociedad.